El pasado viernes el primer ministro británico anunció la suspension de las elecciones locales para cargos ejecutivos y legislativos, además de las de autoridades policiales por un años. En un comunicado el gobierno anunció que presentarán un proyecto de ley al respecto.
La decisión siguió a una carta de la Comisión Electoral al gobierno en la que advierte de los peligros de realizar las elecciones en la fecha establecida originalmente el 7 de mayo, que coincide con el pico de la epidemia que fue proyectado por las autoridades de salud.
La carta explica que como consecuencia del brote de virus muchos votantes podrían verse imposibilitados de concurrir a las urnas y muchos otros optarían por no hacerlos. Además expresa la preocupación de la comisión por las dificultades que puedan encontrar los candidatos de hacer llegar su mensaje a los votantes.
Sin embargo, la carta aconseja la suspensión de las elecciones hasta el otoño europeo, por lo que llama la atención la decisión de posponerlas por un año. Más aún sabiendo que los eventos deportivos y culturales pueden seguir realizandose con normalidad y los establecimientos educativos continúan abiertos.
Desde la residencia oficial del 10 de Downing Street aún no dieron explicaciones sobre la fecha de las nuevas elecciones.
Se especula que la decisión puede ayudar al Partido Laborista ya que se esperaba que recibiera un duro golpe tras el acuerdo del Brexi que siguió al fracaso de Corbyn en las últimas elecciones. Algunos analistas avivan la ilusión de que, tras las elecciones internas y con un nuevo líder, el laborismo consiga mejores resultados. El nuevo jefe o jefa maximos del partido serán anunciados este 4 de abril. |