“Soy preventista suspendido y abandonado por SanCor y estoy peligrando mi salud sin que nadie me proteja, el gremio manda un plan en el cual no entro porque si no salgo no comemos yo y mis cuatro hijos y SanCor no me paga, el Gobierno me ignora y el Gremio no me defiende”, cuenta Oscar Corte de Córdoba.
Aunque parezca inédito, el sindicato les mandó un plan para los trabajadores de SanCor ante la crisis sanitaria. ¡Pero no un plan de lucha ante los despidos encubiertos!, como lo están reclamando hace meses cientos de repositorios que están sin tareas y cobrando apenas 10 mil pesos en el mejor de los casos.
Luego pidieron disculpas. Así actúa la burocracia de Atilra, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, dirigida por Héctor Luis Ponce.
“Ruego que mi familia esté bien de salud, porque no sé cómo lo afrontar todo esto. Mi hija de tres años tuvo principios de gripe y una vecina me compró el ibuprofeno. Por el momento no tuvimos ninguna ayuda por parte del gobierno, sólo llamadas y promesas. Ya falta la comida en mi casa”, cuenta Ariel de Buenos Aires.
“Ante la emergencia sanitaria vivo como puedo. ¡¡¡Los precios de las mercaderías aumentan a cada rato y ni hablar del alcohol en gel o común o repelente o jabón líquido que es lo que más necesitamos en este momento!!!. Y SanCor nada, ni siquiera está depositando los $10.000 que dijo. El Gobierno hasta ahora nada hizo por nosotros o los que arreglaron y no les pagaron. Dicen que van a ayudar a Sancor pero no hablan de soluciones para nosotros, ni siquiera hacerles cumplir con el pago solidario de diez mil que venían haciendo”, explica con bronca Karina de Formosa.
Por su parte Alejandro, trabajador que firmó el arreglo con la cooperativa láctea y aún así no le pagaron, dijo: “Me siento estafado por la empresa, abandonado por el Estado y traicionado por el sindicato. Y sobre el virus creo que el circo de la preocupación porque muera gente es terrible, alarman todo por el virus y no por hambre. Delata la hipocresía mundial”.
Ante situaciones como ésta, más que nunca es necesario que el Estado garantice la distribución gratuita de todo lo necesario para la detección temprana de la infección: desde los elementos básicos (alcohol en gel, ¡jabón!, mascarillas, guantes, etc.) hasta los necesarios kits de test para que se realicen en forma gratuita y masiva a todo el que tenga síntomas, asumiendo el control de los grandes laboratorios privados para enfrentar la pandemia.
Como también la centralización de todo el sistema de salud, incluyendo toda la salud privada (desde los grandes laboratorios a las clínicas y hospitales privados), bajo gestión pública y control de trabajadores y especialistas, para garantizar el verdadero cuidado de la población y que no sea un privilegio para pocos. |