A raíz de la emergencia sanitaria desencadenada por la pandemia del COVID-19, las organizaciones que convocaban a la 1ª Marcha Plurinacional del Agua para los Pueblos, que se realizaría de Congreso a Plaza de Mayo este 22M, han decidido suspenderla. “Postergamos la marcha, pero el agua no se vende, se defiende. El agua es un derecho humano. Este 22 de marzo desde tu lugar podés manifestarte en defensa del agua para los pueblos”.
En un comunicado, aseguran que “hace meses nos preparamos para encontrarnos en Buenos Aires, denunciar que somos zona de sacrificio, las estrategias para imponernos el saqueo y la contaminación y escuchar a las víctimas de este sistema”. Las marchas en otras ciudades del país también han sido suspendidas.
En el marco de la propagación del coronavirus en el país, sostienen que “mientras discutimos los orígenes de la pandemia, vivimos una realidad tanto o más grave y que los Gobiernos no pueden esconder más: la manipulación de la naturaleza aniquiló los ecosistemas. Nos fumigan, perforan la tierra, elaboran sustancias o materiales con químicos, imponen obras faraónicas y actividades económicas sin licencia social, y de esa manera envenenan el subsuelo, el agua y el aire. Matan seres humanos, animales y plantas y por ende nuestra cultura, nuestra historia, nuestra espiritualidad y nuestro futuro”.
Convocan a expresarse en redes sociales y desde el lugar en que se esté contra “la sobreexplotación de la naturaleza y su transformación en mercancías como gas, biogás, petróleo, madera, minerales, etc.,”, que “ha puesto en peligro nuestra propia existencia. La alarma y la conciencia que hoy tenemos con respecto al peligro que corre nuestra vida por un virus es la alarma que sufrimos día a día en cada uno de nuestros territorios. Antes como pueblos originarios éramos cazados por el oro, hoy además nos matan dejándonos sin tierra, comida ni agua”.
A su vez, denuncian que “el extractivismo capitalista y sus industrias derivadas nos han enfermado con glifosato y plomo en sangre, con la proliferación del dengue, el sarampión, y ahora la gripe coronavirus, sin remediación ni respuesta justa. A esto se suman las muertes por desnutrición y un sistema de salud público en emergencia y ciego, que ni siquiera puede reconocer esta realidad como problema ni posee estadísticas de patologías, afectados y fallecidos”.
En tanto la emergencia sanitaria expone a nivel mundial la precariedad de los sistemas de salud y el privilegio de los beneficios empresariales, el documento de la marcha por el Día Mundial del Agua sostiene que “los muertos y enfermos de hoy son los mismos de ayer: los desprotegidos por el Estado, como los adultos mayores, las villas o pueblos sin agua potable, los enfermos crónicos, los trabajadores precarizados, los pueblos originarios con sus bosques devastados, o los que vivimos cerca de las industrias envenenadoras que nos condenan a una muerte lenta y destruyen nuestro entorno”.
Ese día, que coincide con el cumpleaños número noventa de Nora Cortiñas (quien había convocado especialmente a la movilización), vos también podés sumarte a denunciar las consecuencias del extractivismo en la salud y en las vidas de millones.
“La deuda es con el pueblo. Por la libertad de expresión. No a la criminalización de la protesta. Por el derecho a la vida muy pronto seremos millones en las calles. El agua no se
vende, se defiende”, concluyen las comunidades originarias, organizaciones ambientalistas y asambleas socioambientales nucleadas en el espacio. |