El hospital privado ubicado en el barrio de Almagro, mantiene la cantidad de consultas generales, mientras llama a personal mayor de 65 años que vuelva a trabajar. Además los trabajadores denuncian que están trabajando sin los elementos necesarios para el cuidado de su salud y la de los pacientes. |
La emergencia del coronavirus deja en evidencia que el sistema de salud no está preparado para poder enfrentar la crisis sanitaria en curso. Pero esto no sólo sucede en el ámbito público, sino también se da en el privado, a pesar que año tras año sus ganancias se vean incrementadas.
La Izquierda Diario dialogó con una trabajadora del área de administración quien comentó cómo es la situación en el hospital privado de Almagro. Si bien mencionó que la cantidad de pacientes que circulan ha disminuido, los turnos se mantienen programados como así también las consultas que no son de carácter de urgencia. Pero al preguntar sobre qué tipo de recaudos se están llevando adelante para proteger a quienes allí trabajan y poder ofrecer atención a los pacientes, no se cuenta ni con barbijos, ni con guantes, sólo con el escaso alcohol en gel que les proveen. “Trabajamos en atención presencial, estamos en contacto directo con los pacientes, agarramos credenciales, lapiceras, y después nos volvemos a nuestras casas”.
Asimismo, como decretó el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta y ya se está implementando en hospitales de la ciudad, se ha convocado a profesionales mayores de 65 años y que no estén en grupo de riesgo a que vuelvan a trabajar. En vez de contratar más personal para poder hacer frente a esta crisis, los directivos vuelven a exponer a personal ya jubilado. Era de esperar este lineamiento con el gobierno de la ciudad, ya que el actual ministro de salud Fernán Quirós, fue vice director médico, profesor titular y director de una maestría en diferentes áreas del Italiano.
El comité de infecciones del hospital junto con los directivos y supervisores refieren “estar al tanto de la situación” y que irán tomando las medidas necesarias. Pero lo cierto es que para una institución de salud privada, lo que prima es la facturación por consulta, la salud como una mercancía, en vez de ser vista como un derecho. En lugar de ofrecer las condiciones adecuadas tanto para quienes allí trabajan como para los pacientes, al día de hoy las agendas se manejan con total normalidad, porque cada paciente que ingresa es una consulta que se cobra. Los mismos trabajadores del hospital manifiestan estar sobrecargados y proponen que se contrate más personal.
Las ganancias de los privados no puede estar por encima de las necesidades de los miles de pacientes y de quienes trabajan en el hospital Italiano. Es necesario dotar de los insumos como las camas de aislamiento y respiradores y de más personal para evitar mayores situaciones de riesgo. Los recursos para hacer frente a la crisis están, hay que destinarlos en las necesidades de la población. |
