Las medidas anunciadas incluyen una moratoria del 50% en las facturas de electricidad para el sector empresarial e industrial por parte del Instituto Nacional de Electricidad (ICE), mientras quedan intactas las facturas de las y los consumidores particulares, así como a los hogares.
En la Asamblea Legislativa se discute un proyecto de ley para que los patronos puedan reducir la jornada laboral sin pago salarial cuando consideren que sus ganancias se verán afectadas, e incluso que pueden recurrir a despidos directos. Al mismo tiempo que miles de personas siguen teniendo que presentarse al trabajo sin medidas de protección o, en los mejores casos, con medidas mínimas de limpieza pero sosteniendo aglomeraciones de decenas y cientos en fábricas, call centers, entre otros.
Días atrás se aprobó una moratoria para que los empresarios no paguen el IVA, pero el mismo se mantiene para el resto de la población siendo que se trata de uno de los impuestos más regresivos y que recaen con fuerza sobre el pueblo trabajador, con el mismo carácter ajustador contra el que se levantó la clase trabajadora masivamente en 2018.
Con 113 casos confirmados en el país, es necesario tomar medidas de emergencia para detener el contagio, como un plan de protección a la clase trabajadora que garantice salarios para poder sostener la cuarentena y demás medidas de prevención.
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