Con el título de “Emergencia alimentaria y sanitaria para la población más vulnerable” esta red integrada por familias, docentes y organizaciones del Bajo Flores emitió un comunicado en el que le exigen medidas urgentes tanto al gobierno de la Ciudad como al Nacional.
Consultada por este medio, la docente Griselda Galarza, vice-directora de la escuela media 3 DE 19 e integrante de la red señaló: “tienen que entender que quienes viven en el barrio Padre Riccardelli (ex 1-11-14) viven en condiciones precarias. Es gente que trabaja de manera informal, en la feria, en los talleres, como empleadas domésticas, en la construcción… la mayoría trabaja en negro. Y son entre 65 y 70 mil personas las que se calculan que viven allí”.
Esta situación estructural hace que la coyuntura de la cuarentena por el coronavirus los deje directamente sin sustento ni posibilidades de conseguirlo.
El comunicado denuncia que el gobierno de la Ciudad redujo el servicio de alimentación a meros “refrigerios” - “dos panes y una feta de fiambre y otra de queso” - en vez de “viandas” - que según consignan “deben proveerse en bandejas con tapa y utensillos; y contemplarse la adecuada distribución, y no adicionarse requisitos, como los que se verificaron, para su entrega” - y para colmo llegaron en un número menor al necesario.
A su vez plantea la necesidad de que se adecue a las condiciones en las que se vive en estos barrios. Afirma: “vincular las medidas a las características y perfiles sanitarios de nuestra población, que suele presentar problemas respiratorios (incluidas las altas tasas de tuberculosis) y de inmunidad, vinculados a las condiciones edilicias de sus viviendas, la falta de ventilación, las carencias nutricionales y, en general, la falta de acceso al derecho a la salud.”
Y siguiendo la misma línea argumental de la gran cantidad de condiciones que no se están teniendo en cuenta denuncia: “Otro aspecto gravísimo que observamos, es la falta de suministro de artículos de higiene y limpieza, alcohol en gel y repelente, y exigimos su provisión y estrategias de distribución para garantizar su llegada a todas las familias, acompañado de instrucciones claras sobre su uso.”
Ante la falta de respuesta por parte de los gobiernos, Griselda - la docente del Bajo Flores antes mencionada - señala: “en el Bajo Flores han vuelto enfermedades que se pensaban erradicadas, como la tubercolusis y ahora hasta casos de sífilis tenemos. Pero venimos batallando desde el año pasado para que se declare la emergencia sanitaria y siempre caemos en el agujero negro de si es responsabilidad juridiccional del gobierno de la ciudad o nacional. Ese nos parece un debate minúsculo, mezquino y que esquiva las responsabilidades políticas, éticas y humanas. Desde la Red sostenemos que lo tiene que garantizar el Estado de conjunto, así dejan de deslindarse las responsabilidades”.
Porque es un tema urgente. “Los que sufren el brote de tuberculosis - para lo cual no hubo ninguna campaña preventiva - viven hacinados, o trabajn hacinados en los talleres”. Y finaliza con una pregunta que resulta trágica: “¿te imaginás si el virus entra al barrio donde estan los inmunodprimidos, tuberculosos, que no tienen siquiera un lugar ventilado donde estar? Es una masacre!”
“¿te imaginás si el virus entra al barrio donde estan los inmunodprimidos, tuberculosos, que no tienen siquiera un lugar ventilado donde estar? Es una masacre!"
Es por estos motivos que ven la política de cuarentena como un abndono más que como un cuidado: “Las medidas de aislamiento, sin un sostén material para las familias que viven de trabajos en negro, precarizados y de la economía popular, en la mayoría inquilinos y con niñxs y adultxs mayores a su cargo, algunxs sin requisitos para el acceso a planes sociales y sin acceso a la red de gas y saneamiento, implican confinarlas no sólo a la pandemia, sino también al hambre y la imposibilidad de afrontar gastos mínimos de su vida cotidiana.
Mientras las instituciones del barrio se van desmontando por la cuarentena, las medidas son percibidas por nuestxs vecinxs como un abandono, más que “de cuidado”.
Por último señalan la necesidad de un plan para continuar y profundizar la atención a la viloencia de género "ya que la suspensión y reducción de circuitos donde habitualmente se canalizan estas situaciones expone más aún a mujeres y niñxs."
La emergencia alimentaria en las escuelas y la denuncia al gobierno
En plena pandemia del coronavirus, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires suspendió la actividad escolar con el compromiso de garantizar el servicio de alimentación escolar. La mañana del jueves las diputadas del PTS en el Frente de Izquierda Unidad Myriam Bregman y Alejandrina Barry presentaron un amparo ante el Poder Judicial porteño ya que no se está garantizando la nutrición correspondiente para los chicos y chicas en edad escolar.
Finalizando la tarde del viernes 20 el juzgado Contencioso Administrativo y Tributario N° 1 habilitó el carácter colectivo de la media cautelar, permitiendo la presentación de nuevas denuncias.
Las dos diputadas que presentaron el amparo confirmaron que las familias y docentes que quieren presentarse no deberán asistir en persona al juzgado y podrán enviar su denuncia directamente a las diputadas, para que ellas la sumen al expediente judicial.
Con esta medida exigen que el Gobierno garantice que en todo comedor escolar se entreguen almuerzos saludables y de calidad, en óptimas condiciones de salubridad e higiene.
Desde La Izquierda Diario nos ponemos a disposición de poder denunciar las condiciones en las que el pueblo trabajador esta pasando esta pandemia, y la falta de una respuesta a la altura de parte de los gobiernos. Envianos la denuncia desde tu escuela o tu barrio
El texto completo de la declaración de la Red de docentes, familias y organizaciones del Bajo Flores:  |