En Bolivia estamos a dos días desde que se declaró cuarentena absoluta mediante Decreto Supremo 4199 como medida preventiva a la pandemia del Covid-19 (coronavirus). Esta medida, impulsada por Áñez, se da en un país atravesado por factores políticos que han polarizado a la población. La curentena "total" se la enfrenta desde diferentes realidades. |
En Bolivia estamos a dos días desde que se declaró asilamiento total obligatorio como medida preventiva a la pandemia del coronavirus: cuarentena absoluta mediante Decreto Supremo 4199 (D.S.4199). La presidenta del Gobierno de facto, Jeanine Áñez, hizo esta acción en un país que no solo se ve afectado por la pandemia sino que además se encuentra atravesado por factores políticos que han polarizado a la población.
Ahora en Bolivia estamos cerca del Estado de Sitio -ya exigido por algunas autoridades gubernamentales y postulantes a presidentes-, la falta de legitimidad del Gobierno transforma al país en un "Estado Policial"; un estado de miedo. La lucha contra el virus más que fomentar el fortalecimiento del sistema de salud pública que tiene a trabajadores de salud de diversos hospitales exigiendo condiciones básicas de trabajo, se ha basado en darle fuerza al aparato militar.
El presupuesto del Estado no está siendo utilizado en salud, sino en el desplazamiento policiaco militar y represivo a zonas pobres, y es que desde el Gobierno y desde la ‘opinión pública’ se sataniza a las áreas urbanas y periurbanas que han mostrado ser contrarias al Gobierno que también tiene un filtro de clase y raza. Mediante el cual, en redes sociales se juzga de ‘salvajes’, ‘masistas’ e ‘ignorantes’ a la población de El Alto por ‘salir en los días de cuarentena’, mientras ven con total normalidad lo que sucede en zonas de clase media de la ciudad de La Paz. Por ejemplo, Sopocachi que incluso la asistencia al parque se mantenía con normalidad, mientras se criticaba que en El Alto se lleve a cabo la Feria 16 de Julio y se pedía que se militarice.
Todo esto, sin considerar que en Bolivia más del 70% de la población sobrevive con las actividades de tipo informal, siendo El Alto la ciudad en la que un mayor porcentaje dependen de la informalidad. Es decir vive al día, una medida como la cuarentena absoluta (que sin duda es necesaria), significa que este grueso de la población pierda el 100% de sus ingresos. Si no los mata la pandemia, lo hará el hambre. |