Ricardo es militante de los derechos humanos y es hijo del doctor Luis Ricardo Áredez, quien fuera Intendente de la localidad de Libertador General San Martín, intervenido por el Gobernador, Carlos Snopek, y detenido el 24 de marzo de 1976. Liberado un año después, volverá a ser detenido el 13 de mayo de 1977 y desde entonces se encuentra desaparecido. Su Madre, Olga Márquez Áredez, símbolo de la lucha contra la dictadura en Libertador General San Martín, organizadora de familiares de detenidos-desaparecidos e “impulsora de la marcha del apagón”.
Ricardo, un luchador incansable de los derechos humanos, responsabiliza al directorio de la empresa Ledesma, en la planificación de la detención y desaparición de su padre, Luis Ricardo Áredez, como de jóvenes y trabajadores de la zona donde está emplazado el ingenio.
El 13 de marzo de 2015, la sala IV de Casación Penal de Salta decidió la falta de mérito del titular del grupo durante los años 70´, Carlos Pedro Blaquier, y el ex administrador, Alberto Lemos, pese a las pruebas presentadas por abogados de familiares de los detenidos y desaparecidos que dejaban en evidencia la colaboración de la empresa aportado transporte propio a las fuerzas de seguridad para realizar los secuestros. El Fiscal de Casación, Javier de Luca, presentó un recurso en queja ante la Corte Suprema que desde hace seis años no ha tenido respuesta.
Aquí su testimonió que difundió por redes en vísperas de en un nuevo aniversario del golpe de 1976:
24 de marzo de 1976-2020. ¿Qué es lo que significa para mí esta fecha? Fue una fecha que cortó mi vida en dos partes. Ahí, de un día para otro, comencé a ver y a sentir, lo que era ser hijo de un detenido político y luego de un desaparecido. Empezar a entender por qué mis padres, los amigos de mis hermanas y muchísima gente de Libertador General San Martin y de Calilegua, El Talar, eran detenidas y eran desaparecidos, porqué los gremialistas Jorge Osvaldo Weiss y “Carlitos” Patrignani los desaparecen antes del golpe, porque esto no empezó el 24 de marzo del ’76, sino en el ´74 en adelante. En el ´75 con desapariciones y el primer campo de concentración, funcionando en la escuela de Famaillá en Tucumán.
Esto me hace acordar también a las persecuciones, porque uno pensaba en el común de la gente y en la dignidad de la gente. En la Escuela Normal, por ejemplo, la persecución a los alumnos, que cuestionaban todo esto, y a los profesores también, que muchos fueron detenidos, otros desaparecidos. Muchos detenidos de la Escuela Normal.
Esto es lo que me acuerdo, y sobre todo el responsable directo de lo que ha pasado ahí, el directorio del Ingenio Ledesma, ¿no?, con dar las listas con el trabajo que hace su política privada. La gendarmería, la policía de la provincia y la policía federal, empiezan a actuar ellos según las listas que le daban para ser detenidas en la empresa Ledesma.
Entonces, esto nos tiene que hacer reflexionar, recordar siempre el 24 de marzo para que nunca más ocurra estas cosas. Y para cerrar todo esto sería encontrar a nuestros desaparecidos, como jujeño por una cuestión cultural, encontrarlos, saber dónde están enterrados, localizarlos identificarlos y sepultarlos como seres humanos, ¿no? Y seguir aportando con ideas a una sociedad justa y que no sea un país para los poderosos solamente, porque hay mucha gente que también tiene derecho y quiere tener un mejor proyecto de vida. Memoria, verdad y Justicia.
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