En un audio personal enviado al periodista Paulo Vilouta, el presidente apoyó la línea punitivista y represiva que agitan ése y otros grandes medios de comunicación.
En línea con las arengas represivas y criminalizadoras que día a día agitan varios formadores de opinión como Eduardo Feinmann, Baby Etchecopar o Paulo Vilouta (ellos de A24, pero hay muches más en todas las grandes empresas de medios), este miércoles el presidente argentino Alberto Fernández decidió enviarle un mensaje a la población.
Lo hizo a través de un audio personal enviado a Vilouta, que el periodista (según dijo con autorización del propio Fernández) puso al aire a las 10:35 de la mañana.
Allí el mandatario dice: “Buen día Paulo, ¿cómo estás? Mirá, con los intendentes ya hemos acordado ayer, junto con Axel, que ellos van a custodiar la subida a todas las autopistas de acceso a la Capital. Arriba de las autopistas, la Gendarmería y la Policía Federal se van a ocupar. Y adentro de Buenos Aires se está ocupando la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Todo está organizado”.
Luego, manejando números que podrían ser considerados “oficiales” aunque no especificó de dónde salieron, Fernández afirmó que “hay que tener en cuenta que hoy van a entrar 122.000 personas que trabajan en Salud y en Seguridad en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. Y que van a entrar alrededor de 100.000 personas más aproximadamente 80 y 100.000 personas más que trabajan en la alimentación, en supermercados, en farmacias, en algunos negocios de cercanía, en estaciones de servicio. Todo eso hace un total de alrededor de 230.000 personas que se mueven. Eso no es nada si tenés en cuenta que a la Ciudad entran diariamente alrededor de 9 millones de personas”.
Acto seguido, lanzó: “Ahora, es posible que otras personas que se muevan haya gente que no está autorizada a salir. Yo les aviso esa gente que, adonde los encontremos, los detenemos y les vamos a sacar los autos. Porque son unos inconscientes. Y lo que no entra con la razón va a entrar con la fuerza. Yo solo quiero que todos lo sepan y quiero que todos me sigan ayudando, nos sigan ayudando, es un esfuerzo muy grande que estamos haciendo todos”.
El audio finaliza con un “gracias por preocuparte, porque es muy importante que todos estemos preocupados. Gracias Paulo, un abrazo grande”.
Los dichos de Fernández no pueden interpretarse ingenuamente. Sus afirmaciones no son otra cosa que un aval deliberado al accionar represivo de las diferentes fuerzas de “seguridad” tanto federales como provinciales.
De hecho en sus declaraciones no hizo ninguna referencia a las amenazas callejeras, los “verdugueos”, las torturas y los hechos brutales que, tal como lo viene reflejando este medio, ya están protagonizando las policías de las provincias y las fuerzas que comanda el Ministerio de Seguridad a cargo de Sabina Frederic.
Claro, las grandes cadenas mediáticas solo reproducen las imágenes de gendarmes, prefectos y policías con barbijos y guantes en retenes, dirigiéndose “amablemente” a automovilistas que transitan por los accesos más importantes a la Ciudad de Buenos Aires. Pero no lo que sucede en el “conurbano profundo” y en las barriadas populares del interior, donde la Policía tiene hoy vía libre para hacer lo que quiere.