Con el objetivo de contener la circulación en la Ciudad de Buenos Aires se cerraron 56 accesos para entrar en la ciudad, y se dejaron solo 13 accesos para autos, con operativos para controlar a cada auto.
Esto provocó un caos en el tránsito, con colas de autos kilométricas, que hizo que se tardara hasta más de 2 horas para poder ingresar. A parte de estos 13 accesos para los autos, se habilitaron otros 16 solo para transporte público y otros 26 para cruces peatonales. En todos los casos se solicita la declaración jurada para poder ingresar.
Hay que tener en cuenta que millones de personas se movilizan entre Provincia de Buenos Aires y CABA normalmente, ya que la mayoría trabajan en la Ciudad pero viven en las Provincia.
Por más que se redujo el flujo notablemente por la cuarentena, y la mayoría cumple el aislamiento, muchos deben seguir trabajando y deben ingresar a la ciudad. Pero con estas medidas hace que personas con trabajos esenciales, como en salud, están llegando horas más tarde con todo lo que eso implica en estos momentos.
El hecho de bloquear los accesos de un momento a otro, sin otras medidas, era una obviedad que iba a hacer colapsar los accesos. Más allá de que los funcionarios y los medios de comunicación masivos pongan el foco en la “irresponsabilidad de la gente”, son casos muy puntuales los que no tienen permiso para poder acceder. Es decir que con los controles auto por auto, casi no encontraron casos de personas que quisiesen ingresar a la ciudad y no tenga un motivo laboral o de urgencia.
No se puede dejar de pensar la ciudad y la provincia en conjunto, porque se mueven juntas. Una medida así va contra la lógica de como es el flujo de los trabajadores.
Cabe destacar que más de la mitad de los trabajos que se realizan en la Ciudad son realizados por trabajadores que viven en la Provincia de Buenos Aires, más que nada por la posibilidad de obtener alquileres más baratos y costos menores para mantenerse cotidianamente. Por eso los controles tendrían en determinar en cuales son trabajos esenciales en este momento y reforzar las licencias pagas en caso de los trabajos que no sean fundamentales.
También se vuelve a tornar necesario que se hagan tests masivos para poder focalizar el aislamiento y tomar las medidas con información precisa, y que no sea la cuarentena la única medida de control.
Por otro lado es esencial que los trabajadores de la salud tengan un salvoconducto, y puedan circular sin estas demoras. En este momento, donde los trabajadores del sector están trabajando ya sobre exigidos con jornadas extenuantes y la mayoría de los casos, expuestos al contagio, no pueden estar horas atrapados en el tránsito.
Los 13 accesos habilitados para autos son:
Autopista Ricardo Balbín (Buenos Aires - La Plata) del barrio de La Boca
Puente Avellaneda del barrio de La Boca
Puente Pueyrredón del barrio de Barracas
Puente Alsina del barrio de Nueva Pompeya
Puente La Noria del barrio de Villa Riachuelo
Cruce de la Av. Coronal Julio Argentino Roca del barrio de Villa Riachuelo
Empalme de la Autopista Luis Dellepiane y la Av. General Paz del barrio de Villa Lugano
Cruce de la Av. Eva Perón del barrio de Mataderos
Cruce de la Av. Rivadavia del barrio de Liniers
Cruce de la Av. San Martín del barrrio de Villa Devoto
Empalme Acceso Norte del barrio de Saavedra
Cruce de la Av. Cabildo del barrio de Núñez
Acceso Oeste del barrio de Versalles | 
