El Banco Mundial aprobó un préstamo de U$S 300 millones a la Argentina destinado a fortalecer el sistema de protección social, según informó el Gobierno.
El fin sería ampliar los fondos destinados al Proyecto de Protección de Niños y Jóvenes de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), para garantizar la inclusión de 350.000 niños que aún no están alcanzados en la política de Asignación Universal por Hijo (AUH). Sólo representa un 9 % del total de los casi 4 millones de beneficiarios.
El organismo multilateral realizará dos desembolsos. Uno en 2020 por U$S 165 millones, y otro en 2021 por U$S 135 millones. Es decir, que el 45 % de la “ayuda” recién llegará el año próximo cuando las penurias ya se comienzan a sentir por el freno de la economía. El Estado tendrá que devolver los fondos en 32 años, luego de un período de gracia de 7 años.
Jordan Schwartz, Director del Banco Mundial para Argentina, Uruguay, y Paraguay, a través de un comunicado señaló que “ante esta difícil situación sanitaria y financiera, el Banco Mundial apoya inversiones para proteger a los más vulnerables" y agregó que "este financiamiento apunta a que el sistema de protección social sea más inclusivo y efectivo, y evitar que las familias caigan en la pobreza, o atenderlas una vez que esto haya sucedido".
La AUH ronda los $ 3.100, el Gobierno anunció una suma extraordinaria de $ 3.000, pero ¿alguna familia puede vivir con $ 6.100? una suma que inferior a la canasta de indigencia calculada por el Indec en $16.785,87. Además, con la crisis se anticipa que la pobreza aumentará entre 3 y 4 puntos. Una situación dramática para los sectores más vulnerables.
Alberto Fernández durante la comunicación agradeció al Banco Mundial la velocidad en la asignación del financiamiento, y afirmó “el mundo financiero tiene una cuota de humanidad, y lo celebro”. La “cuota de humanidad” no es para las mayorías populares. En el mundo la Reserva Federal y los bancos centrales de Europa, Japón, y otros países, van a inyectar billones de dólares comprando bonos y acciones. El rescate a las empresas no alcanzaría a los millones de trabajadoras y trabajadores que podrían quedar desocupados (se estima 25 millones).
En tanto, en Argentina las medidas anunciadas son migajas ante la catástrofe que se avecina y donde los más perjudicados son las mayorías populares. El Gobierno no les exige un aporte considerable a los ganadores de la era Macri como los bancos o las empresas privatizadas.
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