Cuando se empezaron a registrar los primeros casos de coronavirus en el país, el empresario azucarero Jorge Rocchia Ferro, dueño de los Ingenios La Florida, Cruz Alta y San Isidro (Salta), se apresuró a decir por lo medios de comunicación que donaría 10 mil litros de alcohol. Lo que pocos saben es que solo el Ingenio La Florida produjo 121 millones de litros en la zafra 2019, según los registros oficiales.
Es decir que la "bondad" de este empresario consistía en ofrecer apenas media hora de producción de alcohol de uno de sus ingenios. Ahora dice que viene donando 110 mil litros, o sea el 0,1% de su producción. Poco, no?. Es que ya desde principios de año, los empresarios de la industria alimentaria y más precisamente, los dueños de ingenios, habían sido señalados por el gobierno nacional por especular con los precios del azúcar. La remarcación de precios para el mes de enero ascendía a un 70% internanual, casi veinte puntos por encima de la inflación general.
Ahora, en medio de una crisis sanitaria y social generalizada, con desabastecimiento de alcohol en gel en la mayoría de los hospitales y en las casas de familia, los dueños del azúcar parecen haber puesto sus stocks de alcohol en cuarentena. Es que el grueso de la producción de alcohol se destina a la producción de bioetanol.
Estamos hablando de tres personas que son los principales dueños del azúcar en Tucumán: Jorge Rocchia Ferro, Emilio Luque (Ing. Concepción) y Juan José Boudeguer (Ing. Leales, Ing. La Esperanza-Jujuy).
Hoy Alberto Fernández volvió a referirse a los productores de alcohol de Tucumán para señalarlos como responsables del faltante que hay a nivel nacional del insumo necesario para la producción de alcohol en gel.
Es que nuestra provincia produce más de 323 millones de litros de alcohol, cantidad suficiente para abastecer a todos los hospitales del país y a los barrios más carenciados y expuestos a las peores condiciones sociosanitarias.
Las declaraciones de Fernández son apenas eso, declaraciones de un gobierno que ha hecho del aislamiento el centro de su estrategia sanitaria pero que sigue con un sistema de salud completamente desfinanciado y en gran medida privatizado.
Los trabajadores de la salud vienen denunciando la falta de insumos básicos para la bioseguridad en los hospitales desde el principio de esta crisis. Es necesario avanzar sobre las principales industrias para orientarlas al abastecimiento de esos insumos. Es inconcebible que fábricas como TN&Platex se encuentren paralizadas cuando podría estar proveyendo de barbijos y delantales para los hospitales.
En pocas semanas comienza la zafra. La producción alcoholera -la que existe en stock y la que se pueda producir- debe ser declarada de utilidad pública para que toda la producción se ponga al servicio de abastecer en forma gratuita a toda la población y al servicio público de salud. No puede prevalecer el interés de tres familias sobre la vida de millones de personas.
Mas temprano el gobernador, Juan Manzur, aseguró que los dos hospitales referencia para coronavirus cuentan apenas con 100 camas disponibles. Es necesario avanzar rápidamente a una centralización del sistema sanitario, hospitales, sanatorios y laboratorios, para anticipar el pico de los contagios, en una provincia que viene siendo duramente azotada también por el dengue. |