Desde hace semanas la propagación del coronavirus y su reconocimiento como pandemia viene dejando al desnudo un sistema sanitario profundamente deteriorado por las políticas de ajuste y una economía en crisis. En el marco de la emergencia sanitaria y el aislamiento social obligatorio decretado por el gobierno, universidades de distintos lugares del país se han comprometido a colaborar en enfrentar la pandemia.
Es el caso de la UNAJ, donde las autoridades dieron a conocer mediante un comunicado oficial una convocatoria a estudiantes voluntarios para colaborar en acciones conjuntas a los municipios de Varela, Berazategui y Quilmes en el marco de la crisis sanitaria que atraviesa la provincia para participar en hospitales y centros de salud.
Una enorme solidaridad se expresó en la gran cantidad de estudiantes de distintas carreras, especialmente del departamento de salud que nos anotamos durante los primeros días, lo que deja en evidencia la gran voluntad de las y los estudiantes en aportar nuestros conocimientos para que sean parte de la solución frente a la crisis desatada por la pandemia y la crisis emergencia sanitaria generada por años de desfinanciamiento, que nos encuentra con una gran parte de las y los trabajadores de la salud precarizados, trabajando como monotributista sin ningún derecho laboral y con jornadas extenuantes, muchos de ellos con más de un cargo para poder llegar a fin de mes.
Extender la convocatoria para que puedan sumarse todavía más voluntarios debe ir acompañado de la exigencia del pase a planta permanente y salario acorde a la jornada laboral para las y los trabajadores de la salud, con las condiciones de higiene y seguridad garantizadas para evitar el contagio. Los estudiantes más avanzados de Enfermería de nuestra universidad podrían incorporarse bajo un contrato formal a los hospitales y centros de salud donde el personal no da abasto, mediante una capacitación urgente.
En ese sentido, es fundamental discutir las tareas de las y los voluntarios, junto a las comisiones internas, y las y los trabajadores de cada establecimiento, con el objetivo de garantizar una salud pública de calidad. Para esto, es necesario poner en pie un Comisión de Emergencia Sanitaria impulsado por el centro de estudiantes que junto a docentes y no docentes de la universidad, delibere democráticamente y de manera permanente acerca de los avances realizados por el voluntariado, que evalúe el estado de situación de los hospitales de las zonas y que junto a los trabajadores de la salud de los establecimientos defina la actividad de los voluntarios y los protocolos de cuidado necesarios para poder colaborar en enfrentar esta pandemia.
A su vez, todavía es muy poca la información brindada por la gestión de la universidad acerca de todos los recursos profesionales, de infraestructura y de conocimiento científico que permitirían profundizar la colaboración de la institución y su comunidad educativa en el combate a la pandemia. Es necesario que democraticen y hagan pública la información acerca de todas las vías con las que cuenta la universidad para frenar el contagio del virus y de esta manera dirigir todos los recursos, en coordinación con organizaciones de los trabajadores de la salud y otros sectores de trabajadores, para unir las fuerzas y enfrentarlo de manera eficaz. Es fundamental que el centro de estudiantes esté a la cabeza de este reclamo clave para optimizar los recursos de infraestructura y humanos de la universidad.
Por ejemplo, distintos medios zonales han informado que nuestra universidad será parte del plan de descentralización del Malbran en los laboratorios del Hospital El Cruce, sin embargo, aún la gestión no ha hecho público ningún comunicado oficial corroborando este hecho, informando qué insumos van a ser necesarios y cuántos test podría realizar por día. Está demostrado con el ejemplo de otros países como Corea del Sur que la detección rápida del virus permite orientar los recursos para enfrentar de manera eficaz el virus y reorientar el aislamiento obligatorio, al mismo tiempo que lo recomiendan la Organización Mundial de la Salud, especialistas, médicos e investigadores. Es urgente que nuestra universidad se ponga a disposición de aportar en este sentido.
También es sabido que la UNAJ cuenta con un laboratorio de la carrera de Bioquímica que podrían adaptarse para ponerlo a disposición de fabricar alcohol en gel, jabón liquido y productos desinfectantes para repartir en las poblaciones aledañas a la universidad, que como denuncian los vecinos de Berazategui, ni siquiera cuentan con agua potable para poder realizar las tareas de higiene mínimas para prevenir el contagio. En nuestro país vemos cómo las empresas que controlan la producción de estos insumos necesarios, bajo su sed de ganancias amasan fortunas y especulan con el faltante de estos productos.
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Es necesario seguir el camino de unidad y organización entre trabajadores y estudiantes, que ya empezaron a marcar los trabajadores del Astillero Río Santiago con los estudiantes de la UNLP. En este sentido, las familias de Ansabo en lucha, la papelera bajo control de sus trabajadores de Villa La Florida, ya se pusieron a disposición y expresaron su solidaridad para colaborar en enfrentar la pandemia: "Nosotros y nosotras producimos el insumo básico para la fabricación de cajas de cartón, cajas que pueden ser utilizadas para la distribución de alimentos, medicinas, elementos de bio seguridad entre otras cosas vitales para estos días", expresaron en un comunicado. El Estado debería poner en pie convenios con las fábricas recuperadas y garantizar los insumos necesarios para que su producción esté puesta al servicio de la comunidad. Es fundamental que nos coordinemos con estos sectores para dar una respuesta de conjunto a la crisis.
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La UNAJ también cuenta con impresoras 3D del Club de Emprendedores, que podrían fabricar válvulas y máscaras para los respiradores, elementos fundamentales en los hospitales de la zona sur del conurbano cuyos trabajadores vienen denunciando la insuficiencia de los insumos y de la infraestructura de los hospitales con los que cuentan para asistir a la población.
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Así como también, docentes y estudiantes de la carrera de Bioingeniería podrían poner sus conocimientos al servicio de la producción de la maquinaria necesaria para la terapia intensiva que se necesitan en los hospitales, con recursos garantizados por el Estado.
Al mismo tiempo, las autoridades informaron que desde la Tecnicatura en Emergencias Sanitarias y Desastres, hay un voluntariado funcionando asistiendo en los controles de temperatura. Es en el mismo lugar donde ayer, la empresa tercerizada GPS despidió a dos trabajadores por organizarse en una Comisión de Higiene y Seguridad para exigir barbijos y alcohol en gel para evitar el contagio de los trabajadores del aeropuerto y de la población. Es fundamental que la UNAJ se solidarice con los trabajadores despedidos y apoye el reclamo por las condiciones de salubridad de los aeronáuticos que están realizando las tareas de repatriación de argentinos varados!
Es evidente que tenemos una potencialidad enorme y un rol social muy importante que jugar desde nuestra universidad para que la crisis que estamos viviendo no la terminemos pagando como siempre las grandes mayorías trabajadoras. Ya hay iniciativas en este sentido que es necesario replicar: en Neuquén están fabricando barbijos en las Universidades como del Comahue; en la Universidad Nacional de Rosario fabricarán respiradores 80% más baratos; y estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín de Ciencia y Tecnología producirán elementos de higiene junto a la Cooperativa Madygraf bajo control obrero. Que los aportes de la universidad estén íntegramente al servicio de las necesidades e intereses del pueblo. Que todo el desarrollo intelectual y de recursos que producen las universidades tengan ese destino y no la ganancia privada.
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El gobierno provincial debería destinar los fondos para encarar estos proyectos en vez de destinar esos fondos a subsidiar “la crisis” de los empresarios y el pago de la deuda a los acreedores privados. Esos mismos empresarios que se benefician con subsidios millonarios, son quienes no les garantizan a las familias los servicios esenciales, y a los trabajadores las medidas y los elementos para su protección personal, además de suspenderlos y los licenciarlos sin salarios, cuando no los despiden.
Con esta perspectiva, desde En Clave Roja y Pan y Rosas en UNAJ apostamos a profundizar el debate acerca del rol que podemos jugar los estudiantes y nuestra universidad. Lo hacemos al mismo tiempo que desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad proponemos una serie de medidas urgentes para enfrentar esta crisis a nivel nacional para poner todos los recursos del país en función de evitar la muerte de miles y el sufrimiento de las familias obreras. Las y los estudiantes, junto a los trabajadores podemos pelear por una salida a favor de las grandes mayorías.
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Te invitamos a pelear por estas ideas junto a nosotres, a sumar tu opinión a organizarnos juntos. Si querés sumarte, escribinos acá y acá o al 116457-5635
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