El presidente Donald Trump firmó este viernes un histórico paquete de estímulo por 2 billones de dólares, del cual una gran porción se destinará a mejorar la rentabilidad de las grandes empresas ante la crisis. Representa más del doble del que llevó adelante el expresidente Obama para salvar a los bancos durante la crisis de 2008.
El proyecto fue aprobado más temprano este viernes de manera casi unánime por la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Trump al firmar la iniciativa en la Casa Blanca, acompañado únicamente por legisladores republicanos sostuvo que “esto brindará ayuda que se necesita con urgencia”.
En EE. UU., millones de trabajadores fueron despedidos, otros vieron disminuidas sus horas de trabajo, o se quedaron sin su fuente de trabajo por cuenta propia. Este jueves el Departamento de Trabajo informó que unas 3,3 millones de personas solicitaron el subsidio por desempleo durante la semana que finalizó el 21 de marzo. Es una cifra récord mayor a lo registrado durante la crisis en marzo de 2009. Si bien el plan incluye pagos únicos en efectivo de U$S 1.200 por adulto y U$S 500 por niño y subas temporales en los fondos de desempleo, son sumas insuficientes para compensar los meses de pérdida de ingresos que padecerán los trabajadores.
En tanto, el plan incluye U$S 58.000 millones para las aerolíneas, U$S 17.000 millones para los contratistas de defensa y millones para los hoteles, empresas de turismo y cruceros. Las aerolíneas recibirán U$S 25.000 millones en subvenciones condicionadas; U$S 25.000 millones más en préstamos. Las mismas empresas que fueron beneficiadas por el recorte de impuestos que realizó Trump en 2017.
La prioridad de Trump ante la crisis no son los trabajadores que pierden ante la crisis sino proteger a las grandes corporaciones.
General Motors fabricará respiradores
También el viernes, el presidente de EE UU ordenó a la multinacional automotriz General Motors (GM) a fabricar respiradores para asistir a los pacientes con Covid-19. En esta medida Trump apeló a la ley de Producción de Defensa, una norma que viene de la década de 1950 de la guerra de Corea.
El mandatario lo anunció a través de un comunicado este viernes por la tarde, luego de acusar en Twitter a la empresa de no hacer lo suficiente para cooperar en la producción del material médico.
El comunicado señala que “nuestras negociaciones con GM sobre su capacidad de proporcionar ventiladores han sido productivas, pero nuestra pelea contra el virus es demasiado urgente como para permitir que continúe por su curso normal el toma y daca del proceso de contratación. GM estaba perdiendo tiempo”.
El desabastecimiento de respiradores, necesarios para atender las afecciones pulmonares más graves producidas por la pandemia, disparó la tensión entre el presidente y los gobernadores de los Estados más afectados por la crisis sanitaria. Trump rechazaba utilizar la ley de producción de defensa, pero tuvo que recalcular ante la gravedad de la pandemia que en el país pasó a concentrar la mayor cantidad de enfermos del mundo.
General Motors ya había avanzado con readecuar su producción en conjunto con Ventec, una empresa fabricante de respiradores de Seattle. La compañía de vehículos pretende acondicionar una planta de GM en Indiana aumentar la operación de Ventec.
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