Ayer una señora y su marido, que conducía el auto, iban hacia la Escuela N° 50, ubicada en zona rural, a unos 6 km de Cipolletti, para buscar el primer módulo alimenticio que les entregarían a raíz de que por la cuarentena no están funcionando los comedores escolares –y, dicho sea de paso, los alimentos de la bolsa son totalmente insuficientes- . En el camino se encontraron con dos madres que hacían a pie el mismo recorrido, entonces solidariamente decidieron parar y llevarlas.
Durante el trayecto la policía los detuvo, les gritaron, los llevaron hasta la Sección anti-droga y les secuestraron el auto, dejándolos muy lejos de sus hogares. Rápidamente la directora del colegio, Alejandra Mora, y UnTER Cipolletti intervinieron acompañando a las familias. Alejandra Mora ayer difundió en las redes lo sucedido:
No es un caso aislado ya que en la misma ciudad se han conocido otras situaciones similares como en la que “La policía golpea vecino en nombre de la Presidencia de la Nación” o en los barrios populares, donde disparan al aire para escarmentar a la juventud. Una vez más la policía demuestra que no está para cuidar al pueblo trabajador sino para reprimir y disciplinar. Esto sucede en el marco de una cuarentena donde el Gobierno nacional y provincial les otorga completo aval a las fuerzas represivas para que actúen; y esta violencia estatal no está dirigida a los empresarios ni a las familias pudientes como se ha visto estos días en el caso del surfista amablemente escoltado y otros, sino que la violencia es siempre contra los trabajadores y el pueblo. |
