Todos vamos a coincidir en que las enfermeras, el personal de limpieza, médicas y médicos, así como también otros trabajadores, como los que desde las escuelas hacen llegar las viandas a chicos que es su única comida.
También entre otros están los y las que trabajan en las fábricas de alcohol y los trabajadores jaboneros que garantizan que no falten esos tan necesarios insumos, como los trabajadores de la jabonera GUMA, en Jesús María.
Pero estos trabajadores que cumplen un rol tan importante, ninguno llega a cobrar lo que se necesita para llegar a la canasta familiar y ni siquiera están protegidos con las medidas más elementales de seguridad para no infectarse.
Lejos de eso, los trabajadores de Guma, para conseguir mínimas medidas de seguridad, se vieron en la obligación de reclamar que se respeten las licencias por sector de riesgo, y solo ante el reclamo de los delegados mandaron a su casa a un trabajador que está ante un posible caso.
Si se preguntan si la empresa aplicará medidas de desinfección generalizada, pues no.
Lejos de eso, no acepta el reclamo que los trabajadores hacen a través de sus delegados, respondiendo:
No al pedido que los turnos corten media hora antes para desinfectar antes que entre el siguiente turno.
No al pedido de barbijos, por que no lo dice la Organización Mundial de la Salud (al final terminan aceptando que es por que lo ven como un costo grande).
No a una pistola láser para controlar la temperatura de los que entran.
No al pedido de un médico.
Lo que la patronal propone es:
Que la desinfección se haga mientras trabajan, o sea más tareas en el mismo horario, pero sin alcohol ni lavandina, por que podría perjudicar a las máquinas.
Que se tomen la temperatura en sus casas.
Recordemos que esta patronal fue en varias oportunidades responsable de contaminación ambiental por verter a la calle desechos tóxicos por roturas internas.
Es la misma empresa que el año pasado por poner en marcha una línea de lavandina que no estaba lista, termino intoxicado a un grupo de trabajadores que terminaron intoxicados y hospitalizados.
Sí, una patronal brutal, que para limpiar el comedor les quiere reducir los tiempos de comida.
Cualquier distraído podría pensar pensar que la pobre empresa está en crisis, pues no.
Todos sufrimos cada vez que vamos a los súpermercados los aumentos continuos de los productos que más se necesitan, incluidos los de dicha fábrica. Pero estos aumentos se dan mientras Guma esta produciendo más que nunca, trabajando a destajo con horas extras, incluidos los fines de semana.
O sea, la empresa está facturando millones.
Pero la patronal no cumple con las medidas de seguridad, ni toma las medidas mínimas necesarias para cuidar a los que producen. Solo cuando los trabajadores se plantan y amenazan con medidas de fuerza. Recién ahí se comprometen buscar a un médico y a conseguir una pistola láser.
Recién ante el reclamo, intervienen para que al compañero en cuarentena se le hagan los test para saber si está infectado con coronavirus o no. Por suerte se confirmó que no es Covid-19.
Si ellos no cumplen con las medidas que necesitan los trabajadores. Si ellos siguen aumentando los precios.
Si para ellos sus ganancias son más importantes que la vida de sus trabajadores y del pueblo.
El gobierno tendría que declarar a esta fábrica de utilidad pública y gestionada bajo control de los trabajadores, para que nadie arriesgue la vida por ir a producir jabones, y para que el pueblo sea abastecido con jabón y lavandina a muy bajo costo.
Estamos ante una emergencia tan grave como extraordinaria, hay que tomar medidas extraordinarias, no se puede permitir que empresarios inescrupulosos piensen más en sus bolsillos que en la salud de los trabajadores. Que piensen más en sus bolsillos que en la necesidad del pueblo trabajador que tanto necesita esos artículos básicos.
Nuestras vidas valen más que sus ganancias. | 
