Sigue en pie la lucha por derribar la herencia de la dictadura
Rafael y Eduardo fueron jóvenes militantes del MIR, parte de la izquierda revolucionaria en Chile que en época de la dictadura militar de Augusto Pinochet combatió incansablemente el avance del neoliberalismo y la ideología capitalista en este país.
Sin embargo, el neoliberalismo pudo asentarse y consolidarse en Chile tras la dictadura y con la ayuda de los gobiernos de la transición a la "democracia" que también cobró vidas de jóvenes como Manuel Gutierrez (2011), trabajadores como Juan Pablo Jiménez (2013) o Nelson Quichillao (2015), así como también la constante militarización del WallMapu y todas las personas que alguna vez pusieron el grito al cielo por los derechos que nos fueron arrebatados y por cuestionar todos los pilares de la herencia de la dictadura: educación como bien de consumo, nulo derecho a vivienda digna, saqueo a nuestros recursos naturales, privatización de la salud, las AFP y la especulación de los empresarios con las pensiones del pueblo trabajador.
Desde el 18 de octubre del año pasado la juventud volvió a cuestionar con más fuerza que nunca toda esta herencia. La calle lo dijo: ¡¡no son 30 pesos, son 30 años!!. Y 46 años de precarización de nuestras vidas por las ganancias de un puñado de familias.
Por eso, hoy también recordamos a quienes el gobierno mutiló y les quitó la vida en la revuelta. Y también a quienes hoy a cinco meses después de ese 18 de octubre, en medio de una pandemia mundial, el gobierno está enviando a morir por el COVID-19 por no tener un plan sanitario serio detrás que al final es hacerse cargo de la crisis de nuestro sistema de salud mercantilizado y segregador. En cambio, el gobierno se alinea para salvar a los empresarios, entregando millones de dólares a los bancos, permitiendo que los empleadores puedan despedir y suspender remuneraciones a miles de trabajadores, además se mantiene el pago de servicios básicos como el agua y la luz, y no se suspende el pago del CAE.
La militancia revolucionaria en la juventud
Hoy los hermanos Vergara-Toledo viven dentro de los miles de jóvenes que queremos y vemos posible transformar esta sociedad, sacando las lecciones necesarias de los errores y aciertos del pasado. Ellos lucharon en contra de la dictadura, y hoy somos miles cuestionando esa herencia.
La revuelta reabrió el camino, pero necesitamos construir una organización revolucionaria para enfrentar hoy la negligencia del Gobierno de Piñera y Mañalich, para pelear por la estatización de la salud, la apertura de las universidades como nichos de investigación científica y la reconversión de toda la economía para producir camillas, respiradores e infraestructura para enfrentar la crisis de la salud en Chile y para que no se cobre ninguna vida más de el pueblo trabajador.
Es necesario levantar una juventud combativa, anticapitalista y revolucionaria, que quiera pelear en contra de este sistema que nos sume en la miseria, que se quiera ligar a las y los trabajadores, esos mismos trabajadores que se movilizan exigiendo medidas de higiene y seguridad en sus lugares de trabajo, a esos trabajadores que se organizan como en Argentina, donde los trabajadores de Madygraf, una fábrica recuperada que en conjunto a estudiantes producen alcohol gel y mascarillas para responder y combatir la crisis sanitaria. Esos mismos trabajadores que en Italia y Francia nos muestran cómo se pelea a través de la huelga general.
Queremos ligarnos a esos trabajadores para derribar a los gobiernos que lo único que han hecho ha sido resguardar los bolsillos de los empresarios haciendo que la crisis la paguemos los trabajadores, pobladores, mujeres y jóvenes.
Una juventud que se proponga acabar con el capitalismo en todo el mundo, ese sistema que hoy en día mantiene la desigualdad y es el verdadero virus ante esta crisis que vivimos a nivel internacional.
Nosotros nos proponemos sacar las mejores lecciones de esos miles de jóvenes combatientes que durante la historia han peleado contra este régimen y han resistido la represión, pero sabemos que eso debe ir de la mano de una estrategia para vencer, que se proponga realmente darlo vuelta todo, para eso creemos que es necesario construir un partido revolucionario internacional de las y los trabajadores, como una herramienta para pelear por un gobierno de las y los trabajadores y por la revolución socialista en todo el mundo. |