A La Izquierda Diario llegó una nueva denuncia sobre los actos represivos que ejecutan los uniformados contra los sectores populares. En Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, como muestran las imágenes, se llevan detenidos a jóvenes pobres. A todos ellos los encierran en la comisaría, sin las mínimas condiciones de salud.
No es nueva la persecución policial en Chivilcoy. Se han realizado, incluso, varios casos de habeas corpus. Ciudadanos de Chivilcoy denuncian que la violencia institucional es cotidiana.
Un intendente con la marca de la gorra
El intendente, Guillermo Britos, tiene su prontuario. Estudió en la Escuela de Policía de la provincia de Buenos Aires "Juan Vucetich" de donde egresó con el cargo de Oficial Ayudante. Ejerció su cargo en la fuerza policial pasando por distintos destinos, entre ellos Chivilcoy, varias dependencias del Gran Buenos Aires, San Pedro, Mar del Plata, Necochea, Lanús, y finalizó con la máxima jerarquía de la institución, Comisario General.
En 2011 inició su actividad política que lo llevó a ser elegido diputado provincial, cargo que ejerció hasta el 10 de diciembre de 2015 cuando asumió como Intendente Municipal.
En plena pandemia a Britos se le ocurrió una de esas buenas ideas de policía. Britos quiere cobrar por el uso de hospitales públicos. El jefe comunal de esa ciudad bonaerense decidió esta medida y advirtió suspender la atención a los vecinos si los municipios no pagan.
A Britos hay que llamarlo por su nombre, es un criminal. Máximo que lo que hace es en plena pandemia, con lo que arriesga la vida de todo los chivilcoyano. | 
