Una iniciativa en redes comienza a circular denunciando el riesgo sanitario para las taquilleras del metro por la extensión del COVID-19 entre la población. Así lo explica la campaña de firmas iniciada en la plataforma Avaaz donde plantea que las trabajadoras se encuentran en peligro por el contacto con los usuarios que podrían ser asintomáticos.
En la petición resaltan que carecen de los elementos más esenciales para hacer frente a la pandemia, como son cubrebocas, guantes y gel antibacterial. Esto se agrava si tomamos en cuenta que deben estar tras el mostrador varias horas y en contacto directo con el dinero o las tarjetas del Sistema de Transporte Colectivo (STC), las cuales son un foco de infección en tiempos de contagios.
Las trabajadoras exigen el cierre de las taquillas al tener además la posibilidad de que dos compañeras suyas presenten síntomas del COVID-19. Pero también es importante resaltar que en contextos como el del Metro de la Ciudad, donde varios cientos de miles de pasajeros deben utilizar el STC para llegar a sus destinos y centros de trabajo, la campaña de "Susana Distancia" del gobierno se vuelve impotente para prevenir el contagio del virus.
Es menester adoptar medidas de emergencia donde, además de cerrar las taquillas, se garantice el servicio de transporte del Metro con normalidad y de forma totalmente gratuita (como ocurrió en 2017 con el terremoto del 19S), así como revisiones periódicas para los trabajadores del Metro, desde choferes hasta personal de intendencia y mantenimiento, seguido de la basificación de estos últimos para que trabajen con todas la garantías laborales en medio de la crisis sanitaria. |