No es ninguna novedad que muchos políticos en situaciones de emergencia recurren a este tipo de “entrevistas populares”, sin desmerecer por ello la gran iniciativa que tuvo este artista en poder participar como agente transmisor de las dudas que nos aquejan a todes. Sin embargo, de esta manera, Fernández se evita un intercambio de preguntas y repreguntas con personas especialistas en el tema y puede responder con una mirada que escasea de un análisis más profundo de los problemas a los que lleva la crisis sanitaria por el coronavirus.
Las dudas de lo que hace un Gobierno frente a una situación de pandemia no se pueden resolver en media hora de intercambio ni dar respuestas a miles de interrogantes con los que hoy convive un sector de la población, el más damnificado con la pandemia. Y cuando hablamos de este sector de mayor vulnerabilidad hablamos de los miles de despedidos en estos últimos días de cuarentena, las miles de personas sin hogar, les trabajadores en negro, les changarines, les profesionales de la salud con riesgo de muerte en cada atención.
En el caso de nosotras, las mujeres, ya son 12 femicidios al convivir día a día con un abusador. En este tipo de casos un día más de espera implica una diferencia y aquí es donde viene la pregunta del millón ¿Qué medidas concretas e inmediatas planteó Alberto Fernández en la entrevista sobre estos sectores en urgencia ya? Retomando los dichos de Fernández analizamos algunas de las respuestas a los interrogantes que planteó René:
- Frente a la pregunta de suspender el pago al FMI Alberto Fernández respondió que nada era para él “más importante que la vida de los miles de argentinos…. que la deuda debe esperar”. Sin embargo, el Gobierno desembolsará U$S250 millones en intereses de deuda, lo que representa nueve veces más que el fondo especial de $1700 millones para reforzar el sistema de salud. En vez de destinar esa suma a fortalecer el presupuesto se prioriza pagar a los especuladores.
- Frente a la pregunta de la demanda que vienen haciendo les profesionales de la salud a través de videos y las redes con el objetivo de pedir a la población recursos que puedan acercar (ya que están, en algunos casos, con la situación extrema de que ni los elementos básicos como alcohol en gel y barbijos poseen) el presidente respondió: “estamos tranquilos… preparados para el peor escenario posible… las telas que necesitan para sus camisolines… no se consiguen acá vienen de afuera y hay que esperar”. La respuesta nos lleva a la resignación de tener que esperar sin otra cosa más por pensar, pero… ¿realmente no hay otras alternativas? Los trabajadores de Madygraf al igual que otras fábricas recuperadas vienen llevando adelante una iniciativa de elaborar sanitizantes, barbijos y máscaras para donar a los hospitales de la zona. Esto lo hacen en conjunto con estudiantes universitarios de Ciencia y tecnología de la UNSAM y técnicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Entonces, ¿por qué Fernández no emplea esta iniciativa de unificación de trabajadores y estudiantes en fábricas para usar la ciencia y crear esas benditas telas que marcan la diferencia entre contagiarse o no? ¿Sólo nos queda esperar? No lo creo.
- Frente a la pregunta respecto al padecimiento de las mujeres en situación de violencia y los femicidios que van desde el día 1 de la cuarentena hasta hoy suman en un total de 12 (según datos oficiales) Alberto Fernández respondió que: “existe un número donde se reciben las denuncias, ahora no lo recuerdo al número (…) y allí donde se denuncie las autoridades estarán”. Además de no tener buena memoria del número para llamar y denunciar; tampoco tiene memoria de cuantos casos son denunciados por día e igual las mujeres son asesinadas. En lo que va de la cuarentena las denuncias aumentaron un 30%. Por más que muchas mujeres denuncien y se quite al abusador de sus vidas, la mayoría se encuentra sin trabajo y su abusador es sostén de familia. Lamentablemente lo que termina pasando es que terminan desestimando la denuncia para poder sobrevivir y, aquellas que abandonan la casa de sus abusadores y buscan mantenerse solas con sus hijes, hoy en esta situación de pandemia ni siquiera pueden salir a la calle a conseguir una niñera. A esto se le suma también la oleada de despidos por rubro. Entre otras tantas cosas, como ya lo venimos denunciando en otras notas.
Otra alternativa sería recibir los $10mil que manda el Gobierno pero hay que decir también que según estadísticas del INDEC, ese monto equivale hoy a 8 días de comida en la mesa. La verdad que la respuesta que da Fernández a este sector parece digno de una “Misión Imposible”. También se olvida de decir que este servicio de atención telefónica es manejado por call centers. Estas empresas, en donde la mayoría de las trabajadoras son mujeres hiperprecarizadas ni siquiera cuentan con los elementos básicos de higiene obligatorios para combatir el COVID-19.
- Frente a la pregunta sobre los despidos el mandatario respondió: “no se concretaron despidos desde que estamos (…) no voy a dejar que pasen los despidos en Techint (…) vamos a cuidar el trabajo de los argentinos (…) que nadie se quede sin trabajo (…) damos recursos a las empresas (…) que se pague parte del sueldo para no despedir (…) preservar la armonía y la solidaridad como reglas de la sociedad argentina” Sin embargo miles de despidos ya se concretaron. y Además muchos sufren el apriete y presión de los jefes cuando te negas a salir de la cuarentena. Y cuándo habla de solidaridad, ¿con quién se solidariza realmente? ¿Con les trabajadores o las empresas si habla de recursos monetarios para las empresas? Claramente cuida el bolsillo empresarial y no el del pueblo trabajador, sus familias y la comunidad. Retomando el ejemplo de les trabajadores de Madygraf con su fábrica recuperada en producción, esta iniciativa también sería una alternativa que podría llevarse adelante para dar respuesta a todo sector desempleado.
Para finalizar, quería remarcar la importancia de la comunidad y de les trabajadores que en esta crítica situación están dando respuesta de manera creativa a los problemas estructurales que hay en salud. Estos déficits son producto de décadas de políticas neoliberales que desguasan el sistema de salud pública. La respuesta claramente no vendrá de un sistema que prioriza las ganancias empresariales por encima de la vida de miles de personas. Queda demostrado que Alberto Fernández no escucha las alternativas que ya se están llevando a cabo muchos trabajadores y su comunidad dando respuesta inmediata a las necesidades que surgen.
Es por eso que desde la izquierda exigimos un plan de emergencia nacional contra la violencia hacia la mujer y salarios de emergencias de $30.000 para quienes están sin licencias pagas, en el sector informal o sean monotributistas. Exigimos la prohibición de despidos y suspensiones, durante todo el tiempo que dure esta emergencia, para el conjunto de les trabajadores del país, empezando por quienes no tienen ni siquiera los mínimos resguardos de la legislación por estar en la precariedad absoluta de la informalidad laboral. Eso implica, obviamente, la retroactividad de actual DNU para dejar sin efecto los miles de despidos y suspensiones ya consumados en las últimas semanas. |