Mientras el número de contagios y muertes por coronavirus sigue aumentando en nuestro país, las autoridades del gobierno y las universidades han delimitado de forma arbitraria sus prioridades.
El ministro de educación insiste en que les estudiantes universitaries y sus familias sigamos pagando el CAE, mientras el congreso por su lado aprueba desde la derecha hasta sectores del Frente Amplio una la Ley de falsa “protección del empleo"por parte del gobierno empresarial, que afecta a toda la economía de las familias al dejar la puerta abierta a los despidos. En esa línea, por ejemplo, el Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, permitió que se despidieran 200 profesionales de la salud del Hospital Clínico de la misma universidad.
Sus prioridades ya están delimitadas; lo primero son las ganancias de los empresarios, lo que sobre para estudiantes y trabajadores. El gobierno y los empresarios quieren que seamos nosotres quienes paguemos las crisis, pero no podemos permitirlo.
¿Y en qué están las direcciones estudiantiles?
La situación en la Universidad de Tarapacá de Arica (UTA) es un reflejo de lo que sucede en el país. Mientras las autoridades ofrecen migajas al estudiantado, como una beca de “conectividad” que no cubre las necesidades de todes, la Federación de Estudiantes (FEUT) envía cartas haciendo exigencias muy similares (por no decir iguales) a las de la Confederación Nacional de Estudiantes de Chile (CONFECh).
Las direcciones del movimiento estudiantil, que deberían estar buscando mil y un formas de enfrentar las medidas del gobierno contra las y los trabajadores, muchos de ellxs jóvenes que se verán despedidos y aún así sometidos a pagar sus estudios, deben sumarse a la exigencia de paro nacional de los sectores no esenciales, porque no queremos ningún despido, ni suspensión del trabajo sin goce de sueldo completo, el cual debe ser pagado por el empresariado y no con los fondos de cesantía.
En vez de preferir estar interpretando “lo que quieren las bases”, entregando cartas y petitorios, haciendo exigencias que jamás fueron decididas democráticamente por el conjunto de les estudiantes, deben encargarse de fomentar la discusión junto a miles, respecto a cómo poner las universidades al servicio de enfrentar esta pandemia.
¿Cómo nos organizamos en este contexto?
Más allá de los discursos vacíos de las autoridades de la UTA, siempre se nos ha dicho que la universidad debe estar al servicio de la comunidad. En este sentido, las carreras vinculadas a la educación, podrían estar jugando un papel determinante ante esta crisis sanitaria, donde profesores y estudiantes puedan dar propuestas sobre cómo resolver el problema del inicio del año universitario y escolar, junto al cómo llevar adelante el currículum educativo.
En cuanto a la prevención en la mayoría de universidades y liceos, no tienen cursos de higiene y seguridad, como formación preventiva ante cualquier riesgo. En ese sentido por ejemplo, las y los estudiantes de la FEH podrían unirse junto a la carrera de Diseño Multimedia, para elaborar material educativo, levantar campañas junto a las demás carreras de la Universidad, para la prevención, higiene y seguridad del conjunto de la población.
Ingenierías, Ciencias Sociales y de la Salud, todes tenemos algo que aportar para enfrentar esta pandemia, puesto que de lo contrario ¿Quiénes deciden cuáles son las prioridades de la universidad en un contexto de crisis mundial?, ¿Quién discute, evalúa y decide donde se pondrán los recursos de la institución en este momento?.
Lo anterior es solo una propuesta incipiente, pero las ideas pueden mover masas, tal como lo hicieron en octubre de 2019. Esta debe ser la apuesta para fortalecer la organización estudiantil, y el enfrentamiento de la pandemia, ante las insuficientes e irresponsables medidas que ha tomado el Ministro Jaime Mañalich, el gobierno de Piñera y los diversos rectores de las universidades. Las y los estudiantes debemos volver a ser la chispa que encienda la pradera. |