Las redes sociales reflejan los problemas estructurales de las personas LGTBI, a la hora de buscar trabajo, acceder a una vivienda o el acceso a la salud integral. Travestis y trans, denuncian amenazas por desalojos y piden el acceso a la tarjeta alimentaria. En nuestro país contamos con una gran conquista como la Ley de Identidad de Género, sin embargo la igualdad ante la vida real todavía no se cumple, mucho menos en esta época. En medio de una emergencia sanitaria mundial, miles de travestis y trans se encuentran en una emergencia habitacional. Esto podría revertirse si se piensa en nuestras prioridades.
La situción no cambió y más bien está empeorando día a día. Los problemas estructurales se profundizan junto a la pandemia del coronavirus. Es necesario invertir las prioridades.
Desalojos
Si bien se propuso la suspensión de los desalojos, algunos dueños de hoteles y viviendas continúan echando a la gente y no de manera muy amable. Así sucede en el Hotel Saavedra del barrio de Once donde viven más de 20 personas, muchas de ellas travestis y trans, que están en riesgo de ser desalojadas. “Tuvimos problemas con el dueño que nos quiso desalojar. Acá vivimos tres travestis, tres chicos gay y un pibe mantero. No teníamos dinero para pagar este mes, la plata que teníamos lo usamos para comer. Yo conozco mucha gente y por suerte nos ayudó, pero no nos alcanza para vivir. Quienes nos quieren desalojar son unos desalmados”, contó Silvana Patricia Chocobar para La Izquierda Diario.
A este testimonio se le suma el de Luana de Flores que vive en el Hotel Santa Cruz, “ hay un grupo de chicas que están sin DNI, así que estamos resolviendo eso. Necesitamos también la tarjeta alimentaria, no estamos pudiendo trabajar. Muchas viven solas y estan sin ayuda. Somos unas 17 chicas trans, pagamos siempre pero ahora se nos complica”.
El DNU sobre alquileres autoriza a los inquilinos a no pagar el alquiler por seis meses, es decir, desde el 29 de marzo hasta el 30 de septiembre. Evidentemente este es el derecho máximo que otorga el DNU que puede ser utilizado en menor medida por el inquilino. El monto no pagado genera una deuda que deberá ser saldada, a derecho del inquilino, en un plazo máximo de seis meses (3 a 6 cuotas, una cuota por mes). Cabe resaltar, que esto no implica que la deuda desaparece, sino que se autoriza a postergar su pago. ¿Cómo hacen quienes viven día a día?
Estos días de aislamiento obligatorio ante la pandemia mundial del coronavirus deja a la vista los problemas estructurales que tienen las personas travestis y trans. Dejó en evidencia muchas desigualdades, aun cuando algunas leyes garantizan la igualdad formal. También aquellos que eligen vivir su deseo fuera de la heteronorma, que son echados de sus casas, que son discriminados en los trabajos y/o que se tienen que prostituir para comer.
Una medida que decretó el Gobierno y al cual no pudieron acceder tampoco muchas personas LGTBI es la suma de $10.000 por única vez en abril, algo que de ninguna manera podría alcanzar para la más mínima subsistencia de una familia. Por eso la izquierda plantea un salario de cuarentena de un mínimo de $30.000 todos los meses para todos. El principal impedimento para acceder es la falta de documentación, ser extranjera, entre otras causales.
Viviendas vacías
Como informamos en La Izquierda Diario "según un informe de la Encuesta Anual de Hogares del 2018, sólo en la Ciudad de Buenos Aires, existen 365.000 hogares con déficit habitacional (construcción incompleta, con materiales precarios o con hacinamiento, es decir más de 3 personas por habitación), en donde habitan 1,17 de las poco más de 3 millones de personas que viven en la Ciudad. Son 7.900 las que viven en situación de calle y se estiman 20.000 más en riesgo de quedar en la calle".
La relación entre vivienda y salud no es en absoluto desconocida: quienes se encuentran entre los sectores socioeconómicos de menores ingresos tienden a vivir en “áreas urbanas hiperdegradadas” y son quienes presentan los peores indicadores de salud.
Este informe indicó que un 9.2% de residencias están deshabitadas en la Ciudad de Buenos Aires, mientras miles de personas viven en la calle, y el hacinamiento y la pobreza de millones crecerá más con la crisis que estamos atravesando. ¿No pueden ocuparlas travestis, gays o cualquier persona que lo necesite?
Algunas respuestas
Grupos de Whatsapp, Facebook y redes solidarias se extendieron para buscar alimentos y recibir donaciones. Por ejemplo, el bachillerato Mocha Celis comenzó una campaña “para compañeras de otros hoteles que están dispersas por la ciudad y notan organizadas. Igual estamos en contacto permanente con el Fondo para estar al tanto de sus necesidades y atentas a que no les falte nada para cubrir sus necesidades más urgentes”, dijo Andrea Alcalde, docente de Proyecto Formativo Ocupacional en el Bachillerato para Agencia Presentes.
También el Hotel Gondolin viene organizando ayuda “para donaciones dirigirse a Araoz Nº924 Villa Crespo dentro de lo estrictamente permitido por la cuarentena”, contó Zoe en una entrevista.
Desde el Ministerio de Géneros, Mujeres y Diversidad lanzaron un comunicado que dice "estamos trabajando para garantizar la seguridad y atención integral de todas las mujeres y personas LGBTI+ que se encuentren en situación de violencia de género". Estos relatos dejan claro cuál es la realidad de hoy, también reflejan que hay mucha solidaridad pero una respuesta insuficiente por parte del Estado. Se hace necesario dar vuelta un sistema irracional que usa viviendas vacías para que un puñado se forren en dólares a costa de la vida humana
Medidas de emergencia de la izquierda frente a la crisis del coronavirus
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