Se extendió el tiempo de aislamiento obligatorio en el marco de la emergencia sanitaria declarada por la pandemia del coronavirus. Desde el Ministerio de Salud de la Nación hasta el propio presidente, nos dicen que todo esto que se está haciendo es clave para “ganar tiempo” y que somos ejemplo a nivel mundial. En los medios pareciera que está todo bien y que está todo preparado para recibir el pico de contagios, pareciera por lo que se dice que no hace falta nada.
Sin embargo en todos los hospitales y centros de salud el principal tema de debate entre los trabajadores es la preocupación porque se ve que faltan camas de internación (incluido el personal y el equipamiento necesario para que sean operativas), faltan insumos básicos como alcohol en gel y jabón, los kits de protección personal no están, son pocos o no son de la calidad que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Por eso es necesario que los trabajadores de la salud demos un paso al frente, pero no como héroes que van sin armas al combate, sino tomando en nuestras manos que se garantice nuestro cuidado y el de la población, mediante la puesta en pie de comisiones de seguridad e higiene en cada efector de salud. Somos los que sostenemos el sistema de salud todos los días, somos los médicos, enfermeros, técnicos en laboratorio, infectólogos, administrativos, camilleros, trabajadores de limpieza, del comedor, de vigilancia, y todos los miembros del equipo de salud los que sabemos qué es lo que hace falta y la mejor forma de hacer las cosas para lograr una atención de calidad.
Ese es el rol de prevención que deben jugar las comisiones de seguridad e higiene, democráticamente electos sus integrantes, quienes deben ser representantes de todos los servicios y tareas que componen el equipo de salud de cada lugar, para que en voz propia visualicemos las condiciones adversas en las que se trabaja, con el fin de barrer con la lógica empresarial de seguridad que se cuela hasta en lo publico.
La salud no se vende: no se puede trabajar como propone el gobierno en los hechos sin los equipos de protección necesarios para prevenir contagios, no se puede trabajar a destajo tres turnos en distintas instituciones o de guardia en un mismos lugar varios días, porque les sale más barato superexplotar al personal existente que contratar a los cientos de profesionales disponibles.
El cuerpo de los trabajadores de la salud no es una máquina irrompible, tampoco debemos permitir que expongan a los compañeros que cumplen con los factores considerados de riesgo ante esta pandemia. Tiene que ser parte de nuestros reclamos que se nos garantice testeos periódicos a los trabajadores de la salud para saber si se encuentran en condiciones de poder seguir realizando su trabajo sin contagiar a otros, es lo que muestra más cruelmente el caso del médico del Garrahan internado con síntomas y sus colegas en cuarentena tardía y sin ser testeados.
Tampoco se puede trabajar sin reorganizar el sistema de salud, empezando por cada efector para dar respuestas acordes a los protocolos mínimos necesarios frente a la emergencia sanitaria que implica la extensión del coronavirus. Frente a la crisis sanitaria, debemos pelear los trabajadores de la salud por acabar con el ajuste que es el problema de base que existe hoy en la salud pública. El Gobierno pagará $16.375 millones de deuda, 9 veces más que el fondo especial de $ 1.700 millones para reforzar el sistema de salud. En vez de destinar esa suma a fortalecer el presupuesto se prioriza pagar a los especuladores.
Además, sabemos que los recursos están distribuidos de manera desigual entre el sistema público y privado, por eso planteamos su inmediata centralizacion y declaración como bien público mientras dure la pandemia.
Actualmente el rol de los sindicatos viene siendo dar la espalda a las necesidades de las y los trabajadores, hasta ahora acordaron un bono de 5 mil pesos a cobrar de acá a 4 meses, pero de lo que se necesita para la atención para enfrentar esta crisis, ni una palabra, silencio de radio.
Desde la Agrupación Marrón Salud (que impulsa el PTS en el Frente de izquierda), como parte de la Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan, que somos críticos de la conducción general del sindicato, nos parece importante que impulsemos una comisión de seguridad e higiene en esta perspectiva entre todos los trabajadores del Hospital y junto a la comisión de insalubridad, con cuyos integrantes venimos dando pelea contra las jornadas extenuantes y por las 6 hs de trabajo por insalubridad. Y que la misma se replique en cada hospital y centro de salud.
Sabemos que esto comienza a replicarse en otros hospitales y creemos necesario que sea la perspectiva de todos los trabajadores de la salud del país. |