La pandemia del coronavirus parece ser, para algunos, una oportunidad. Aún no se había decretado la cuarentena obligatoria y comenzaron a aparecer en los despachos de jueces los pedidos de otorgamiento de prisión domiciliaria a genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad, con el argumento de ser población de riesgo por tener, en su mayoría, más de 65 años.
En Rosario fueron solicitados seis pedidos de prisión domiciliaria para condenados en las causa Feced y Guerreri I, II y III. En casi todos los casos estos pedidos fueron rechazados, producto de la oposición particularmente de la querella del equipo de Lesa Humanidad de APDH Regional Rosario integrado por Federico Pagliero, Gabriela Durruty y Jésica Pellegrini, que denuncian no haber sido notificados de esta resolución. Walter Pagano, un personal civil condenado a cadena perpetua por privación ilegítima de la libertad, torturas, robos de bebés, homicidios y desapariciones, vuelve a su casa a pasar la cuarentena. Por su parte, los pedidos de Lucio Cesar Nast, José Rubén “el Ciego” Lofiego, Juan Daniel Amelong y Juan Andrés Cabrera, fueron rechazados.
Reproducimos comunicado de repudio de Familiares de Desaparecidos:
“Desde Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Rosario, repudiamos la Resolución del Juez de Cámara Germán Sutter Schneider de otorgar la prisión domiciliaria a Walter Pagano, quien fuera juzgado por crímenes de lesa humanidad investigadas en las causas Guerrieri I, II y III y condenado a cadena perpetua por privaciones ilegítimas de la libertad, torturas, robo de bebés, homicidios y desapariciones.
El único lugar para los genocidas es la cárcel.
No Olvidamos – No perdonamos – No nos Reconciliamos” |