El 1° de Mayo es una fecha internacional para la clase trabajadora, este día no cae del cielo ni mucho menos nos place conmemorarla, porque esta fecha nos recuerda y revitaliza con más fuerza la lucha que cotidianamente levantamos para abolir la explotación del hombre por el hombre, que persiste en el actual sistema capitalista como se expresa de manera descarnada en el asesinato del joven negro Freddie Gray o en los inmigrantes que mueren al intentar cruzar el mediterráneo ante la falta de salida en sus países de África.
Por eso, recordamos a los mártires de Chicago y nos solidarizamos con la comunidad afroamericana de Baltimore en la provincia y en todo el país.
Sin embargo, existe una fuerte campaña ideológica de las patronales, la burocracia sindical y los partidos patronales de peronistas y radicales por hacer del 1 de Mayo un día de festejo y reconciliación. El Jueves 30 el diario El Tribuno publicó en un suplemento especial dedicado al día del trabajador el artículo, “Todos tienen trabajo y protección contra el desempleo” de la agencia Telam junto a otros artículos y solicitadas de políticos de los partidos patronales, sindicatos y empresas que saludan a los trabajadores todos por igual.
En este caso el artículo en cuestión hace un repaso histórico del 1° de Mayo, centrándose en EEUU, con diversas citas, y en especial se podría rescatar la siguiente, las "Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa", argumentando que es la máxima de los trabajadores de Chicago a fines del siglo XIX. Esta afirmación no puede estar más alejada de la realidad y del reclamo que les valió pagar con sus vidas por exigir “Ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas de disfrute”. Una consigna que 1817 el socialista utópico inglés Robert Owen formulara con el objetivo de la jornada de 8 hs., dejando el lema de ocho horas de trabajo, ocho horas de recreación, ocho horas de descanso.
El artículo viniendo de una agencia de noticias oficial y publicada en un diario propiedad del diputado nacional del FPV Rubén Rivarola deja en claro la tergiversación de la historia que se realiza. El peronismo cumplió un papel fundamental en desvirtuar los anhelos de un joven movimiento obrero que abrazaba las ideas de los anarquistas, socialistas y comunistas que habían llegado en su mayoría de Europa hacia fines del siglo XIX y nutrían a los trabajadores de objetivos políticos que fundamentaban su bronca y odio contra los abusos patronales y del Estado y desarrollaba un sentimiento internacionalista en la lucha contra el sistema capitalista.
Desde la llegada de Perón se instaló una máxima, “de la casa al trabajo y del trabajo a la casa”. Esta idea vino a reforzar todo un sistema instalado desde el Estado con el cual procedieron a frenar la creciente intervención en política del movimiento obrero, con la estatización de los sindicatos y las concesiones materiales a las masas obreras. El peronismo avanzó en despolitizar a amplios sectores de la clase obrera y así facilitó los mecanismos de dominio y explotación del capital. De esta manera, el 1 de Mayo pasó a ser un día de festejo entre trabajadores, funcionarios y empresarios.
Hoy en día el kirchnerismo –con el aval de la oposición de Macri, Massa y la UCR- le dio una década ganada a los empresarios que amasaron fortunas, y a la clase trabajadora migajas, ya que el 50% se encuentra precarizada, son más de 8 millones de trabajadores en todo el país y la mitad gana 5.500 pesos, tal como denunció el referente del FIT Alejandro Vilca en el acto del 1 de Mayo. Esta situación redunda en mayores esfuerzos para llegar a fin de mes, mayores esfuerzos que implican más tiempo dedicado al trabajo, y menos tiempo dedicado al descanso y al disfrute que se ve cada vez como algo más ajeno, y del cual solo disfrutan en plenitud los patrones.
Pero este profundo malestar se hace sentir por izquierda y en importantes franjas de trabajadores, de jóvenes y en las mujeres trabajadoras que apoyan al Frente de Izquierda. Su avance se hace muy visible en las grandes elecciones de Salta, Mendoza, CABA y también en Jujuy donde distintas consultoras lo ubican como tercera fuerza. Los referentes del Frente de Izquierda, alientan a los trabajadores a buscar una alternativa real a los partidos de las patronales, y de a poco madura un cuestionamiento a la máxima peronista. La clase obrera empieza a retomar parte de lo mejor de su tradición abrazando la política e ideas de izquierda. |