El Hospital de Garín tendría aproximadamente 17.000 metros cuadrados de superficie, distribuidos en dos plantas, aportaría 150 camas de internación, diferenciadas en terapia intensiva para adultos y recién nacidos, terapia intermedia e internación de cuidados progresivos. Además, estaría equipado para la atención ambulatoria programada y de urgencia materno infantil y de adultos. También se desarrollarían cirugías ambulatorias y programadas, generales y traumatológicas, entre otras prestaciones. La atención estaría destinada al público en general y a los afiliados de PAMI en particular.
La imagen desgarradora de cientos de miles de jubilados haciendo filas por horas en plena cuarentena para poder cobrar sus sueldos que, con suerte les alcanzan para vivir unos días, se presentó desde el gobierno cómo un error logístico o un problema cultural. Lejos de ello, el desinterés a los más vulnerables es una política de los distintos gobiernos.
Desde el año 2016 la obra está paralizada. Se estima que estaría avanzada en más del 60%. Hoy podría estar cumpliendo una función importante para afrontar el COVID-19. El distrito de Escobar tiene más de 220 mil habitantes y solo cuenta con el Hospital Provincial Erill que no tiene las condiciones de atención necesarias actualmente.
Según la comisión directiva del gramio CICOP: "El Erill de Escobar, como los demás hospitales de la provincia sufren las consecuencias de años de gobiernos hostiles a la planificación y el cuidado de la salud. Los hospitales se encuentran sobrepasados, sin los planteles ni insumos necesarios, sin resto para una enfrentar una epidemia”
También, según datos del municipio de Escobar del 2019, hay 90 camas para internación que dispone el municipio, más 50 camas improvisadas en el microestadio de Garín. Según recomendación de la OMS hacen faltas ocho camas cada mil habitantes. Muy lejos de la realidad de Escobar que hay 8 camas cada 12.500 habitantes.
Hay plata para terminar el hospital. La izquierda propone un impuesto extraordinario del 3 % a las grandes fortunas y a los terratenientes, se podría alcanzar hasta $ 555.000 millones de pesos o USD 8.538 millones. Una suma que permitiría aumentar en 10 veces los fondos destinados al área de salud ($1700 millones) en el medio de la pandemia.
Una apertura que nunca existió, pateando la pelota
Un historia de enredos de los gobiernos de turno. Cómo dice el popular You Tube ’’te lo resumo así nomás”. La obra fue anunciada durante el gobierno de Cristina Fernández en el 2008, las obras comenzaron a ejecutarse tres años después.
Por ese entonces el intendente de Escobar Sandro Guzmán (Frente Renovador-Massa) anunciaba en declaraciones al diario El Día de Escobar el veintinueve de noviembre del 2011 la “apertura inminente”. A lo largo de los años se pueden ver numerosas fotos de diferentes funcionarios nacionales, provinciales y municipales recorriendo la obra.
El ministro de Salud de la provincia bajo la gestión de Daniel Scioli, Alejandro Collia, afirmó en Agosto del 2015: “En ocho meses vamos a terminar el hospital de Garín”. Estas declaraciones fueron realizadas tras la inauguración de la UPA Nº14 en Zárate, donde acompañó al entonces gobernador y candidato presidencial.
Hasta el 2015 con el peronismo en los gobiernos nacional, provincial y municipal, luego de ocho años del anuncio de la creación del Hospital no llegó ni a terminar una parte mínima para comenzar la atención de pacientes.
Ese año se invierten los papeles y el macrismo pasa a gobernar en el plano nacional y provincial. Los recortes a la salud se profundizaron y la obra quedó paralizada desde el año 2016. Una de las causas que se aduce que es una zona inundable por lo que se requiere que se hagan obras hidráulicas para complementar el avance de la obra. Esas obras jamás se hicieron.
En diciembre del 2017 la diputada nacional por el entonces Frente para la Victoria, Sandra Russo, compañera del intendente de Escobar Sujarchuk, interviene en el Congreso y luego informa que se logró una partida de cinco millones de pesos en el Presupuesto Nacional de 2018 para obras del hospital. Nada de eso se ejecutó.
Ya devuelta con el peronismo en el poder, el 14 de Enero de este año, justamente dos meses antes que comenzará el riesgo del COVID 19, el Viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplay refiere en conferencia de prensa sobre el Hospital del Bicentenario de Garín: “estamos trabajando junto al Ministerio de Salud de la Nación para tener un presupuesto asignado y saldar la deuda de estos cuatro años”. Hasta el momento no hay ninguna información sobre lo que estuvieron trabajando en estos meses.
Luego de doce años de su anuncio la obra está sin terminar. Pasaron personal político de los distintos partidos patronales. Se fueron pasando la pelota cuando unos eran gobierno y otros oposición haciendo que les importa la salud de las mayorías. Las obras siguen sin finalizarse.
La semana pasada se pagaron U$S 250 millones o $16.375 millones de deuda. Por ejemplo con ese dinero se podrían construir un hospital de 900 camas y un hospital de 200 camas. Otra medida necesaria es centralizar el sistema de Salud, bajo control de sus trabajadores. Por ejemplo el dinero que se destine a la terminación del Hospital del Bicentenario de Garín, debería estar controlado por las y los trabajadores de salud, profesionales universitarios y la comunidad.
Las propuestas del PTS en el Frente de Izquierda son totalmente racionales y necesarias para enfrentar la pandemia. Es tiempo de atacar la ganancia empresaria. Una cuestión primordial y urgente.
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