El Consejo de Ministros del pasado martes, aprobó el Real Decreto ley 11/2020, que entre otros medidas, contempla que las trabajadoras del hogar que coticen a la Seguridad social, que hayan sido despedidas o se les haya reducido la jornada debido a la crisis del coronavirus, podrán acceder al subsidio que equivaldrá al 70% de la base de cotización.
Así lo anunciaba Pablo Iglesias diciendo que “Las trabajadoras del hogar hacen un trabajo importantísimo, que por desgracia no es reconocida. No puede ser que vuelvan a ser las grandes olvidadas”. Y ciertamente es así. Pero lo que no dice es que siguen siendo olvidadas también en sus propuestas, totalmente insuficientes y alejadas de la realidad de este sector.
En un comunicado publicado el día 1 de abril de más de treinta organizaciones de trabajadoras del hogar y mujeres migrantes valoraba “el inexplicable atropello que suponía dejar fuera a las trabajadoras de hogar y de cuidados de las medidas extraordinarias de protección social por la crisis sanitaria frente al coronavirus”. Y han valorado las grandes sombras que tiene esta medida.
Una, que vuelve a dejar abandonadas a las trabajadoras sin contrato laboral, que se calculan que son unas 200.000 personas. Dos, la cuantía recibida teniendo en cuenta que en sus contratos nunca figura la cantidad de horas trabajadas reales, lo cual se podría haber solucionado antes, “si la Seguridad social hubiera atajado antes este fraude reiterado, denunciado ahincadamente desde los colectivos y asociaciones de trabajadoras de hogar y curas”, critican.
Por otro lado, esta es una medida temporal. Por tanto, después de tantos años de reclamar acceder a la prestación del paro, se te concede, pero solo por un mes y después se te vuelve a denegar este derecho tan básico. Resulta, incluso, humillante. A la vez, la cantidad de este subsidio extraordinario solo será del 70% de su base de cotización, teniendo como tope el Salario Mínimo Interprofesional, quedando al final una cantidad muy irrisoria.
Además es totalmente cierto que este es el único sector que no cotiza por sus ingresos reales, sino por tramos salariales que escoge la persona que te contrata. Es decir, que en muchos casos este subsidio se calculará sobre una base que no refleja lo que realmente muchas trabajadoras cobran, hecho que hará que las ayudas sean todavía más bajas.
En el comunicado de los colectivos también denuncian que “El cuidado de personas grandes, menores y personas en situación de dependencia se considera, ahora oficialmente, con la aprobación del Real decreto ley 10/2020, de 29 de marzo, una actividad esencial”. Y, por lo tanto, señalan que “Las trabajadoras de hogar y curas estamos cubriendo una parte muy importante de estas necesidades desatendidas y estamos especialmente expuestas” y que “Si estas medidas pretenden proteger a los colectivos más vulnerables, es inadmisible que sean precisamente las trabajadoras más vulnerables las que sean excluidas”.
Y las trabajadoras inmigrantes sin contrato, atadas a la Ley de Extranjería?
Tal y como denuncian los colectivos de trabajadoras y mujeres migrantes, hay que tener en cuenta que actualmente en la Estado Español hay unas 700.000 empleadas del hogar y de cuidados, y en su mayoría (un 95%) son mujeres. Pero de estas aproximadamente unas 200.000, o seguramente, muchas más que no aparecen a las estadísticas, trabajan en la economía sumergida. Es más, la mayoría que trabaja sin contrato suelen ser mujeres inmigrantes, muchas veces sin papeles.
Aparte, existe un vacío legal con las empleadas del hogar que trabajan por horas, tal y como explica Rita Benegas, trabajadora inmigrante, “Para las que, como yo, trabajamos por horas en diferentes domicilios, no existe la obligación legal de hacernos un contrato en caso de trabajar menos de 60 horas en el mes. Y esta es la realidad de muchas mujeres que tenemos múltiples trabajos y que, aunque en total podemos llegar incluso a hacer más de 40 horas en la semana, no tenemos derecho a acceder a la Seguridad Social.”
Es decir que al final, una gran parte de las trabajadoras del hogar, sobre todo mujeres inmigrantes y las que están en condiciones más precarias o “sin papeles” por la reaccionaria Ley de Extranjería, directamente no podrán acceder a este subsidio extraordinario, ni a ningún tipo de prestación ni ayuda. Tal y como lo denuncia Rita Benegas en el mismo artículo que hemos mencionado antes “Si las medidas del “Estado de alarma” propuestas por el Gobierno imperialista del PSOE y Unidas Podemos no garantizan los derechos de la mayoría de las trabajadoras, todavía menos contempla la situación de las personas inmigrantes”.
Es por eso que es fundamental, por un lado acabar con el Régimen especial de las trabajadoras del hogar y su incorporación al Régimen General de la Seguridad Social. Pero también, hay que exigir la Derogación inmediata de la ley de Extranjería, que con la situación actual todavía deja a las personas inmigrantes más desamparadas. Porque mientras esta crisis sanitaria está dejando a la clase trabajadora, a las mujeres y a las inmigrantes en el paro y la miseria, se sigue sin tocar los intereses de los grandes capitalistas.
Si nos quieren triplemente oprimidas, nosotras somos triplemente combativas: por mujeres, trabajadoras e inmigrantes. Porque luchamos contra el sistema patriarcal, capitalista y su racismo imperialista. |