El Sindicato de la Alimentación de Rosario (STIA) sigue sin tomar ninguna medida concreta ante la desidia de las patronales que no garantizan la prevención del coronavirus. Desde que se declaró la emergencia sanitaria, solo publicó dos comunicados donde la exigencia es una remuneración económica a cambio de trabajar sin medidas de prevención. Piden a sus afiliados "no bajar los brazos" y advierten con tomar medidas sindicales pero sin determinar cuáles, ni cuando.
Comunicado del 27/03/20
Comunicado del 7/04/20
Por abajo siguen acumulándose denuncias de incumplimiento de protocolos de seguridad e higiene y de licencias pagas. Se vienen días tensos en las distintas fábricas de la alimentación de la región al no saber que va a pasar si se extiende la cuarentena obligatoria. Los obreros siguen expuestos y las empresas siguen amasando sus ganancias.
"Agarrame que lo mato"
"Nada sorprende la actitud del sindicato. A comienzos de 2018 dejó correr más de 100 despidos únicamente en La Virginia. Ahora ante el reclamo de los trabajadores de medidas para poder trabajar seguros frente a la pandemia y licencias pagas para quienes las necesitan, responde con un par de comunicados poco intimidantes. El gremio no se hace ningún eco de las verdaderas necesidades de los trabajadores de cuidar de la salud de nuestras familias y encima pretende conformarnos con una plata que claramente, ni siquiera está dispuesto a conseguir. Un clásico "agarrame que lo mato", una tomada de pelo a los laburantes que se exponen día a día para poder garantizar la producción de alimentos esenciales." Declara Oscar Gómez, trabajador despedido de La Virginia y referente de la Agrupación Bordó de la Alimentación.
Poco ruido del sindicato y nada de nueces para los trabajadores
"Un bono como el que van a cobrar los trabajadores de la salud es más que merecido pero no puede ser a cambio de resignar las condiciones de salubridad. Nuestra salud no tiene precio y no se puede seguir exponiendo ni un día más a nuestros compañeros y compañeras y sus familias. En La Virginia, tras un paro de más de una hora de las líneas, se consiguieron algunas mejoras como reducción de jornada y que en algunos sectores distribuyan elementos de desinfección. Pero esto no alcanza. No dan licencias a quienes la necesitan, como a las madres en periodo de lactancia, por ejemplo. En muchas fábricas no existen condiciones y en otras tantas ya empezaron a suspender de manera increíble al personal cuando sabemos que los alimentos no decayeron en su demanda. Es muy pobre la respuesta del sindicato ante la situación y la angustia de los compañeros", afirma Gómez.
"Lo que se necesita es que el sindicato se ponga a la cabeza de los verdaderos reclamos de los trabajadores. Que se convoque asambleas en todas las fábricas de la alimentación para discutir y decidir desde abajo los pasos a seguir para imponer nuestras demandas. Condiciones para trabajar seguros y licencias pagas para todo aquel que las necesite. Que se vote en cada lugar Comités de Seguridad e Higiene en todos los lugares de trabajo a cargo de los propios trabajadores, con la facultad de parar cualquier actividad que resulte riesgosa para los laburantes", concluye. |