El día 3 de Abril, la Facultad de Psicología de la UNT compartió en su página oficial una reflexión de un docente de la carrera, la cual se titulaba: "¿Por qué la gente no se queda en casa? Una lectura posible". En la misma, el autor describe una cronología de la pandemia en el mundo y de las medidas tomadas por Alberto Fernández en Argentina y plantea una posible respuesta a la pregunta enunciada en el título.
Psicoanálisis para un sector
El título lo aclara, es una de las lecturas posibles, deja ver por un lado el sesgo psicoanalítico y por otro un sesgo de clase.
El autor toma para el análisis tres casos de personas que rompieron la cuarentena saliendo de sus casas: el joven que fue aprehendido por la policía por estar cazando pokemones, el caso del surfer que fue escoltado por la policía a su domicilio y las personas que se dirigieron a villas turísticas cuando se suspendieron las clases. Con ésta selección es que plantea una lectura psicoanalítica alrededor de la prohibición y la transgresión en base al imperativo de gozar. Ahora bien, ¿dónde está el sesgo?
En un guiño a la gestión de Fernández, el psicoanalista menciona que la cuarentena fue impuesta como medida sanitaria indicada por la OMS, lo cual es cierto pero está claro en qué términos se estableció: aislamiento social obligatorio, sin testeos masivos (principal sugerencia de la OMS para controlar el COVID-19), con la mayoría de fondos destinados a las fuerzas represivas y no para salud.
En medio de ésta situación, cientos de trabajadores tuvieron que romper la cuarentena pero no por un imperativo superyoico de gozar sino por el imperativo de subsistir ya que trabajan en negro, de forma independiente o haciendo changas, e incluso muchas y muchos trabajadores en blanco son obligados a salir con certificados truchos conseguidos por las patronales. Pero eso no es todo, a éstas personas , las fuerzas represivas no las escoltan a sus casas como hicieron con el joven surfer sino que son maltratadas y golpeadas. A pesar de ello, en los medios de comunicación, si se habla de éstos casos es justificando el accionar policial. Tiene sentido, pues el gobierno les dió vía libre, lo llamativo es que nos tengamos que convencer de que la misma policía que en Tucumán mató a Facundo y viola a las mujeres trans, es la que nos cuida.
Éste tipo de lectura se suma a la línea adoptada por la gestión de la Facultad de Psicología, volcada sólo a la reflexión académica y a la resolución de cuestiones institucionales, anulando el rol que pueden jugar la universidad en medio de una emergencia sanitaria, como venimos viendo en el caso de la Universidad de Rosario, Entre Ríos y la Universidad de La Plata que se encuentra trabajando en conjunto con los trabajadores del Astillero Río Santiago en la elaboración de insumos y camas para ser distribuidas en distintos centros de atención médica del país
Otras lecturas y acciones que urgen
Llama la atención la ilustración utilizada para la publicación, donde se puede ver a trabajadores de la salud y carteles desde los edificios. En distintas universidades del país estudiantes y docentes se unieron para colaborar en la emergencia, fundamentalmente con el personal de sanidad que, pese a los intentos por "desmentir" de Fernández y Manzur, siguen exigiendo insumos, personal y condiciones de seguridad para poder trabajar.
Hace unos días, una trabajadora del Hospital Pirovano decía en respuesta al gobierno y a quienes sí se pueden quedar en sus casas y les aplauden todas las noches: "NO SOMOS HÉROES, SOMOS TRABAJADORES PRECARIZADOS". Así, a lo largo y ancho del país, las y los trabajadores de la salud no sólo resisten sino que pelean y defienden la salud pública.
En éste sentido, nuestra facultad y el psicoanálisis seguro tienen mucho para apotar en lecturas pero no es lo único que podemos hacer. Es sabido que en situaciones de crisis hay otros modelos que pueden dar respuestas que implican la acción, como lo es la intervención en crisis. La abstinencia en momentos como este no es una opción.
En ésta misma línea, desde la agrupación Psico a la Izquierda se impulsó la creación de comités de emergencia de estudiantes y docentes de la salud y que las facultades pongan a disposición de ellos, todos los medios técnicos, académicos, que se reabran las puertas de la facultad para enfrentar la crisis. La convocatoria tuvo más de 120 estudiantes inscriptos, de las carreras de psicología, medicina y enfermería.
Somos estudiantes de la salud y trabajadores que mientras las fuerzas políticas patronales discuten demagógicamente si nuestras vidas o la economía, nosotras y nosotros decimos que nuestras vidas valen más que sus ganancias. |