En medio de la cuarentena hacer las compras para festejar las Pascuas es algo muy difícil para todos aquellos que dependen de su trabajo para obtener sus ingresos. La canasta de productos aumentó en promedio el 99,1% y algunos lo hicieron en más del 130%, según un estudio realizado por la organización Consumidores Libres. Además de intentar reemplazarlos elaborandolos en casa, los trabajadores comenzaron a organizarse para luchar contra las empresas que despiden y recortan los salarios; como los obreros del frigorífico Penta o los de las cadenas de comidas rápida.
Los tradicionales huevos de Pascuas que ya eran de difícil acceso, este año se encuentran en las góndolas entre $78 y $350, marcando un incremento entre un 73% y un 105% dependiendo del tamaño. El conejo de chocolate de 100 gramos no fue la excepción y una de las principales marcas elevó el precio un 105,8% al llegar a los $350.
En lo que se refiere a las “roscas de Pascuas” las de medio kilo que se comercializan en los supermercados aumentaron de $145 a $250 (72,4%), mientras que en el caso de las roscas que se venden en las panaderías la de medio kilo llega a $450 lo que mostró un aumento de 85,7% respecto de los valores de 2019 y en el caso de la versión de 1 kilo se comercializa en las panaderías porteñas a 650 pesos alcanzado un aumento de 95,6%.
Los pescados que son muy utilizados en estas fechas también tuvieron aumentos muy por encima a los salarios. El atún, las sardinas y la caballa en aceite fueron aumentados entre el 61% y el 114%. El calamar fresco sin limpiar hace un año cotizaba 195 pesos el kilo y doce meses más tarde a $440, lo que muestra un incremento del 125,6%.
Para hacer frente a los gastos y darse la posibilidad de al menos un pequeño festejo las familias necesitan aumentar sus ingresos, los $10.000 otorgados por el gobierno mediante el Ingreso Familiar de Emergencia no alcanzan; por eso desde el Frente de Izquierda vienen exigiendo que sea $30.000 por persona. Además la Ley de prohibición de los despidos está siendo inclumpida por empresas de todo tipo. Al mismo tiempo que los empresarios no pagan los salarios, aumentan los precios y dicen estar teniendo pérdidas, mientras mantienen ocultos sus libros contables con las enormes ganancias que realizaron los últimos años. Para que no sean los trabajadores quienes paguen esta crisis es indispensable un impuestos a las grandes fortunas, entre otras medidas.
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