Un 12 de abril de 1997, la Gendarmería reprime el corte de ruta nacional en Cutral Có, Neuquén, encendiendo una verdadera pueblada que la hace retroceder. Cerca de las 10 de la mañana, la Policía provincial por órdenes del gobernador, se suma a la represión. Aquel día una bala cargada de impunidad termina con la vida de Teresa Rodríguez.
La privatización de los servicios públicos fines de los 80” y principio de los 90”, fue una de las medidas recetadas por el FMI y el Banco Mundial. Esto se constituyó en un verdadero golpe a las condiciones de trabajo y de vida de la inmensa población. Lo que significó el remate total de los servicios públicos, altos índices de desocupación y de pobreza.
En la década del 90”, la privatización de YPF, la antigua empresa petrolífera estatal, había dejado en la calle a 4000 trabajadores en una zona donde prácticamente el petróleo terminaba siendo la única fuente laboral estable. Las indemnizaciones cobradas posteriormente, les permitieron a los trabajadores despedidos de Cutral-Có y Plaza Huincul, sobrevivir por dos años mediante la inversión en micro emprendimientos que terminaron saturando la oferta ante la falta de demanda. Pero el descontento y la traición de las promesas incumplidas por Felipe Sapag durante el corte de ruta del 96”, el recrudecimiento de hambre y la desocupación, provocan nueva revuelta de parte de la población.
Por eso, el 9 de abril, en solidaridad con el conflicto docente y levantando las propias demandas, los denominados “fogoneros”, la Coordinadora de padres, estudiantes secundarios y las familias de ambas comunidades, cortan la Ruta Nacional 22. Pese a la intimación judicial y las amenazas del gobierno, mantienen los piquetes y el corte.
En ese contexto, el 12 de abril de 1997, la Gendarmería reprime el corte de ruta nacional lo que deriva en una verdadera pueblada que la hace retroceder. Cerca de las 10 de la mañana, la Policía provincial por órdenes del gobernador, se suma a la represión en la ruta provincial 17, ingresa a los barrios más cercanos persiguiendo a los manifestantes y en el medio de la balacera, termina con la vida de Teresa Rodríguez. Aquel día se registraron más de 30 heridos hospitalizados, detenidos y una infinidad de habitantes con problemas respiratorios.
Hace 23 años, en medio de una represión policial, Teresa Rodríguez era asesinada por la policía provincial. Esa impunidad es la misma que continúa hoy con Carlos Fuentealba, la desaparición de Julio López, Luciano Arruga y el asesinato de Mariano Ferreira; con Matias Casas y Brian Hernández; con el crimen de Estado que acabó con la vida de Santiago Maldonado, con Rafael Nahuel y la defensa de la doctrina Chocobar, entre otras. Porque no creemos en esa fuerza que hoy, con la excusa de la pandemia quieren pintar de democrática, porque es la misma policía, la de ayer y la hoy, no damos vuelta la página. A 23 años de impunidad, ¡Teresa Rodríguez presente!