Las escuelas entramos en cuarentena como la mayoría de la población. Dejamos de asistir a las aulas, aunque nuestro trabajo continuó desde nuestras casas. Fueron cambios rápidos y bruscos ya que tuvimos que empezar a trabajar con nuevos formatos virtuales los cuales no son una práctica cotidiana y la formación siempre dependió de cada docente y no de un plan educativo.
Nos empezaron a llegar desde el Ministerio de Educación materiales online, clases virtuales, nuevas plataformas, para garantizar la continuidad pedagógica. Pero en este mar de nuevos formatos, varios docentes del IPEM 8 nos empezamos a preguntar qué pasa con quienes no acceden a estas plataformas, que no tienen internet, que tienen con suerte un celular con datos y muchas veces ni eso. Qué pasa con quienes no tienen ni siquiera qué comer, ni un espacio en su casa donde puedan concentrase y hacer las actividades.
Fue a partir de esto que varios docentes tomamos la iniciativa de realizar una encuesta online para relevar la situación de los y las estudiantes de nuestra escuela y sus familias. La encuesta abordaba dos aspectos: por un lado, lo pedagógico, si le llegan los materiales, si tienen los medios para recibir y enviar actividades, si encuentran dificultades. Y por el otro, la situación familiar, si tienen necesidades, si están inscriptos en el Paicor (Plan Alimentario Integral Córdoba), si recibieron las cajas alimentarias y cómo están pasando esta cuarentena.
La encuesta la respondió el 55% del total de estudiantes de nuestra institución.
En relación a lo pedagógico, estamos logrando llegar al 91% de estudiantes a través de distintas herramientas (whatsapp, Facebook, mail). Y este dato, aunque favorable, si hablamos en números y porcentajes, nos hace preguntarnos ¿qué pasa con la minoría que no tiene acceso a las actividades, que no tienen internet, celular, o no cuentan con las herramientas necesarias?, ¿la continuidad pedagógica puede depender de la realidad socioeconómica de un estudiante? No todo se resuelve con aulas virtuales como nos propone el Ministerio de Educación, estas instancias deja a estudiantes afuera, sin derecho a continuar estudiando.
Pero los datos que más nos preocuparon no son éstos, sino algo tan básico como cuáles son las necesidades que tienen nuestros estudiantes. Algo que nunca nos preguntaron desde el Ministerio de Educación, cuando sabemos que no hay propuesta educativa que sirva si la panza está vacía.
El 27% expresó alguna necesidad, entre alimentos, elementos de desinfección e higiene personal. De este 27% sólo la mitad está inscripto en el Paicor, el restante 46% no está empadronado por lo que no recibe ninguna caja ni ayuda. Varios son de primer año y no están en los padrones porque se están usando los del año pasado. Varios no llegaron a inscribirse, y otros no están contemplados por las propias restricciones del Paicor.
Alejandra, docente de la institución y preocupada por la situación manifestaba: “Cuántas situaciones nuevas hay, familias que en su momento no se anotaron en el Paicor pero que ahora la está pasando mal y que están necesitando ayuda”.
Cristina, en el mismo sentido planteaba: “Más allá de que estén o no en las listas del paicor, esta es una situación especial. Puede haber mucha gente que en su momento no se haya anotado porque tenía trabajo y ahora no lo tienen. Y hay chicos que no están accediendo a las cajas del Paicor, no están accediendo a nada. Además, el gobierno no es el dueño de las cajas, nos pertenece a todos los cordobeses y tenemos derecho a que se repartan a todos los que la necesiten”.
“Cuando leo las respuestas de la encuesta y escucho audios que nos mandan estudiantes me da bronca, impotencia. Hoy por hoy, quien se presente a buscar una caja o la solicite se le debe dar. En este momento no puede haber tanta burocracia, se tienen que entregar las cajas a todos” decía Valentina con preocupación.
Ana Julia agregaba “Nos preocupa que haya estudiantes que pasan necesidades y no cuenten mínimamente con la caja de Paicor, que además tiene el problema de no contener insumos de higiene para esta situación y ni hablar de la cantidad y calidad de la comida. Alimentos saludables como carne, frutas, verduras a lo que muchos no pueden acceder porque sus padres o tutores se quedaron sin trabajo o no pueden salir a trabajar y se encuentran sin ningún ingreso”.
“Frente a todo el panorama de condicionamientos y dificultades económicas, laborales, sociales y de lo que implica la cuarentena, el encierro y aislamiento para las familias, la tarea docente tiene un valor fundamental de sostener los vínculos, mostrarles a las familias y estudiantes que nos importan como personas, si están sufriendo o no, y no si cumplieron con la consigna” comentaba Andrea.
Mariela agregaba “Pareciera que la mayor preocupación del Ministerio de Educación es la continuidad pedagógica y las aulas virtuales, y no si los estudiantes pasan hambre o viven en situaciones insalubres. Si no hay respuesta a esta situación, la continuidad pedagógica no es real”.
“Si nosotras como docentes pudimos hacer este relevamiento, ¿cómo el Ministerio y el gobierno no lo hacen junto a las escuelas y docentes para dar respuestas reales a las familias?", manifestaba Magdalena, una de las organizadoras de las encuestas.
Estas son distintas voces de docentes del IPEM Nº 8 que nos organizamos para llegar a nuestros estudiantes. Sabemos que es muy difícil y no podemos hacernos cargo de todo lo que no se hace desde el gobierno, pero también creemos que los lazos solidarios siempre se construyen desde abajo, y que aportar en construir esos lazos entre nosotros y las familias es fundamental en lo inmediato y hacia adelante.
Y sabemos que no podemos ocultar lo que pasa ni mirar para otro lado, tenemos que hacerlo visible y exigir al gobierno que se realicen relevamientos actuales junto a los y las docentes de las escuelas, para que las cajas de alimentos lleguen a todas las familias que lo necesitan, sin límites ni restricciones, incluyendo alimentos saludables e insumos de higiene y desinfección.
Apostamos a que esta iniciativa la tomen otras escuelas y seguir construyendo lazos de organización. | 
