La defensa y la organización de la juventud traicionada por los sindicatos, desoída por el Gobierno y tratada como material descartable por las empresas. Algunas de las notas más leídas sobre pandemia y precarización.
“¿Quién sigue cortando los tomates?”, escuchó una trabajadora mientras salía de un McDonlad’s de la zona Oeste, con la mano ensangrentada. La encargada la mandó al hospital en un remis, sola, luego de que se lastimara. Perdía mucha sangre, pero lo importante era quién seguía cortando los tomates. El testimonio llegó la última semana: detrás de las peleas de la juventud en la pandemia, estaba la necesidad de denunciar los incesantes agravios que enfrenta día a día, desde hace años.
En el marco de la crisis del coronavirus La Izquierda Diario alcanzó un nuevo récord de visitas. Ante el discurso común de los medios hegemónicos, se destaca por hablar de cosas que no se hablan en ningún otro lado. Nos enorgullece decir que uno de los sectores que más fuertemente lo tomó como herramienta es la juventud precarizada.
No es una cuestión de enfoque periodístico o de originalidad en la agenda: somos el único multimedio verdaderamente libre para hablar de la realidad de la clase trabajadora y los sectores vulnerables. No nos ata ningún compromiso con las patronales miserables ni con los gobiernos de turno.
A su vez creció el caudal de noticias publicadas, surgidas de las denuncias anónimas que nos envían, así como a las redes sociales de referentes del PTS en el Frente de Izquierda, como Nicolás del Caño y Myriam Bregman.
Pandemia y ambientes inhumanos
Uno de los primeros sectores en sentir las consecuencias de la llegada de la pandemia combinada con la precarización laboral preexistente, fueron los call centers de servicios de emergencias.
El 13 de marzo, una trabajadora denunciaba la precarización y la falta de capacitación para enfrentar miles de llamados con consultas relacionadas al coronavirus. Hasta el 18 estuvo entre las más leídas.
El viernes 20 de marzo se destacó la denuncia contra la empresa Mera Solutions de la localidad bonaerense de Vicente López.
Bajo amenaza de despidos y suspensiones, quería forzar a sus trabajadores a violar la cuarentena obligatoria decretada horas antes, con la excusa de que brindaba un servicio esencial.
No fue la única. Muchas empresas que estaban empezando a implementar el teletrabajo aprovecharon este pretexto para seguir obligando a sus trabajadores a presentarse a los call, verdaderos focos infecciosos, sin tomar ninguna medida de seguridad e higiene. La vida y la salud se veían severamente amenazadas.
Trabajadores y trabajadoras reaccionaron y empezaron a llegar otras novedades. En Teleperformance Tucumán hubo cuelgue de vinchas y en otros call como VN Global, y en Vicente López, los pibes y las pibas consiguieron las licencias por tener hijos a cargo, derecho que las empresas negaban de manera totalmente ilegal.
Las patronales, viendo que el descontento crecía y que empezaba a haber organización, se apuraron a implementar el teletrabajo o home office sin ningún control y como se les ocurrió. Quienes lograron preservar el empleo, en su mayoría están en sus casas tratando de gestionar con mala conexión, sistemas que se caen y pagando los servicios necesarios.
El teletrabajo empezó siendo una demanda elemental para proteger la vida, pero terminó siendo la forma que las empresas encontraron para desactivar la organización y precarizar más aún a quienes preservaron el empleo. Hoy llegó una nueva denuncia: patronales de call amenazan con descontar los días y las horas de conexión perdidas por cortes de luz o internet. Preparan un nuevo ataque al salario.
¿Los sindicatos? Bien gracias. Colaboraron en evitar que la organización desde abajo siguiera creciendo. Desde Córdoba, otra nota que se destacó el 5 de abril, fue la denuncia contra Atacc, sindicato que en 2019 disputó la afiliación de trabajadores de call centers con el gremio mayoritario, el Sindicato de Empleados de Comercio. ¿Se pelean por defender mejor a sus trabajadores? No, se pelean por la cuota sindical. Mientras, ante situaciones como la que vivimos, rosquean con las empresas y el Ministerio de Trabajo las rebajas salariales, dejando pasar las suspensiones y los despidos a contratados.
Las peleas de la juventud son las mismas en todo el mundo.
Pandemia y salarios flexibles
¿El Gobierno? durante todo este proceso el presidente dedicaba palabras duras y llamaba “miserables” a los empresarios. ¿Acciones? Una prohibición de despidos tardía y que nadie cumple, que habilita las suspensiones con rebaja salarial y no es retroactiva, por lo que deja pasar todos los despidos que hubo hasta el 31 de marzo.
Trabajadores de casas de comida rápida como McDonald’s, Burger King, Mostaza y otras, que entre fines de marzo y comienzos de abril sufrieron fuertes recortes salariales, no contaron ni siquiera con la dureza verbal a su favor. El presidente ignoró su reclamo en una conferencia de prensa que dio poco después de que se hiciera viral.
El 31 de marzo llegó la noticia sobre los recortes salariales desde Córdoba. Esta nota alcanzó los 25 mil likes y se mantuvo en el ranking entre las más leídas hasta el día 6 de abril, cuando alcanzó las 20 mil visitas.
Como en call centers, la bronca empezó a transformarse en organización. La denuncia se hizo viral tras la iniciativa de trabajadores y trabajadoras que empezaron a organizarse por whatsapp desde distintos puntos del país e impulsaron tuitazos.
La noticia sobre el tuitazo con el hashtag #McEstafa alcanzó los 2400 likes y el día 6 de abril contaba con 10 mil visitas.
El mismo día, otra denuncia relativa a esta estafa tuvo 27 mil likes. “¿Cómo cuidás, vivís, alimentás a tu hijx con 3000 pesos? Desde ya les decimos SOMOS PERSONAS, NO MÁQUINAS!", afirmaba un testimonio.
Con los días saltó la ficha de que todos los comercios gastronómicos y de otros rubros estaban aprovechando para no pagar ítems como presentismo, antigüedad y para descontar los días no trabajados por la cuarentena. Por eso impulsaron otro tuitazo con el hashtag #PandemiaSonLosEmpresarios.
Los pibes y las pibas también se encontraron con que el sindicato de Pasteleros les dio la espalda y justifica los despidos o las rebajas. La lucha en defensa del salario continúa, ya que hasta ahora no hubo ningún anuncio por parte del Gobierno que obligue a estas empresas con millonarias ganancias, a pagar lo que corresponde.
Una herramienta al servicio de la organización
El Gobierno, las empresas y los sindicatos traidores han puesto a juventud en una situación dramática. La Izquierda Diario quiere ser una herramienta para que encuentre una salida. Para eso ponemos a disposición no solo este diario, sino nuestra nueva programación en vivo con noticieros al mediodía y a la noche y una oferta de programas especiales que de a poco iremos ampliando. Estas primeras semanas nuestro "periodismo de emergencia" en vivo, también se hizo eco de las denuncias anónimas.
Organizamos un equipo de corresponsales para responder a todas las denuncias anónimas que llegan. La juventud sabe que puede confiar en nosotros. Cada persona que envíe su historia se podrá poner en contacto con un militante del PTS o corresponsal de su zona -otro u otra joven trabajadora- para mantenernos al tanto de lo que pasa en su trabajo y en su barrio, pero también para intercambiar sobre qué hacer y asesorarse sobre cómo organizarse.
Sabemos que la juventud se sigue organizando. Este viernes habrá una reunión virtual donde trabajadores de casas de comida rápida de La Plata convocan a debatir, junto con pibes y pibas que se ganan la vida pedaleando para otras multinacionales ultraprecarizadoras como Rappi, Glovo o Pedidos Ya. También en desde Jujuy convocan a una reunion virtual con abogadas del CePro.DH a las 17.
Recientemente centenares de jóvenes realizaron una reunión virtual a través del Instagram de Nicolás del Caño. También nos llegan noticias del apoyo de referentes de la izquierda de varias provincias como Raúl Godoy, obrero de Zanon, ex diputado provincial neuquino, así como del actual ceramista que ocupa esa banca del FIT, Andrés Blanco.
En algunos lugares se discute la necesidad de organizar comisiones de seguridad e higiene para que sean los pibes y las pibas quienes controlen cómo se trabaja en todos lados. En otros se habla de poner en pie comités en defensa del salario.
No se puede esperar que las direcciones de los sindicatos, cómplices durante años del avance de la flexibilización laboral o parte directamente de negociados con las empresas, se pongan al frente de estas peleas si no se ven obligadas. Desde este diario alentamos la autoorganizacion de los trabajadores para imponerle a la burocracia que sea parte de la lucha para poner un freno a todos estos ataques avalados por el Gobierno.
Es necesario que trabajadores y trabajadoras se organicen por su cuenta, que voten los delegados que el sindicato siempre les negó o que desplacen a aquellos que fueron puestos a dedo y no representan a nadie.
El mundo también está dando ejemplos de cómo se organiza la juventud que solo nuestro multimedios divulga. Confiamos en que las próximas virales y los próximos likes darán cuenta de los avances de la juventud enfrentando a la pandemia y mandando este sistema capitalista, que la trata como si fuera descartable, a la mierda. Los tiempos de agachar la cabeza se tienen que terminar. La juventud lo empezó a mostrar y La Izquierda Diario tiene el orgullo de ser parte y de contarlo.
