El sector de salud denuncia y responsabiliza al alcalde interino de Montero por la falta de condiciones de bioseguridad para las y los trabajadores; sostienen que "a las autoridades actuales no les interesa la salud del municipio ni de los trabajadores en salud". El municipio de Montero cuenta con más de 60 infectados por coronavirus y entre ellos 6 médicos.
Frente a esta situación y ante la continua desatención por parte de la alcaldía a las demandas del sector de salud, el 14 de abril, el Colegio Médico envió al Dr. Benedicto Fuertes como su representante para que participe de la reunión del Centro de Operaciones Emergencia (COE). Sin embargo, funcionarios de la alcaldía a la cabeza del alcalde interino, Miguel Ángel Hurtado, increparon al doctor Fuertes y no le permitieron ingresar ni participar de dicha reunión, excluyéndolo de ser parte de una instancia en la que se debe discutir y tomar decisiones importantes frente a la crisis.
En una entrevista al programa radial "Revista Laberinto", el doctor Fuertes declaraba lo siguiente:
En realidad yo asistí con una comisión que me encargó el Colegio Médico (de Montero, NdR) y el SIRMES para representar a los colegas y participar en la planificación… en la parte técnica y operativa, y orientar para lo que es enfrentar el coronavirus.
Además se hizo presente en la ciudad de Montero el doctor Wilfredo Anzoátegui, presidente del Colegio Médico Departamental de Santa Cruz, quien declaraba a la prensa:
Hay una problemática que es de los profesionales de salud, es que no tienen el material de bioseguridad y las condiciones necesarias para poder atender y dar las atenciones que se merece la población (…) existe un temor, un temor grande de parte de los colegas para poder atender, lamentablemente el señor alcalde ha sido un intransigente con la atención de las peticiones de los profesionales en salud, donde lamentablemente que uno de ellos sea expulsado de una reunión, eso no lo permitimos!
Documento resolutivo del Colegio Médico que buscaba ser expuesta en la reunión del COE
La permanente desatención a las demandas de las y los trabajadores de salud está teniendo repercusiones lamentables, como los 6 médicos infectados y la enfermera que estaba embarazada y falleció, pero hasta el momento no existen ni medidas ni políticas claras para afrontar esta pandemia.
Hasta la fecha en Montero, uno de los epicentros del contagio en el país que llevó a que se encapsule el municipio, no se ha habilitado un centro especial para la atención y tratamiento de las personas con Covid-19. Ésta es una de las demandas centrales por parte del colegio médico montereño; la habilitación inmediata del hospital de tercer nivel y la dotación de equipos de laboratorio para hacer pruebas rápidas. Pareciera que la "lenta comprensión" por parte de las autoridades frente a las urgentes necesidades que permitan contar con condiciones básicas para afrontar el Covid-19 les impide pensar las prioridades.
Las medidas que hasta hoy han adoptado los distintos niveles de gobierno casi que parecen medievales, prefieren ante todo hacer uso de la fuerza bruta sacando militares a las calles, prefieren salvar a la banca en vez de invertir en pruebas rápidas y testeos masivos que son una medida urgente para mapear seriamente las zonas de riesgo e ir aislando el virus. Lamentablemente, Bolivia ha realizado solamente 205 tests/ millón de habitantes y los país que vienen afrontando más eficazmente como Corea del Sur ya ha realizado 5.200 test/millón de habitantes.
La población montereña presenta según su densidad poblacional la tasa más alta de infectados en el país. Montero no cuenta con un solo respirador, no cuenta con salas de atención y de aislamiento, si esto sigue así, Montero está camino a convertirse en una “trágica pequeña Italia”.
|