Pese a que todos los procedimientos no urgentes están congelados, el Ministerio de Justicia informó ayer que reactiva y finaliza el proceso de recuperación del edificio: es decir, que lo desalojan aprovechando la pandemia y la imposibilidad de la gente para ir a defenderlo, ya que el edificio está vacío desde que se decretó el estado de alarma. Ayer dicho ministerio dio 24 horas para desokupar el edificio declarando que no han recibido alegaciones en contra de una anterior resolución que iba en la misma línea.
A través de un vídeo en Redes Sociales, las personas que volvieron a dar vida a este edificio recuerdan que era Juan Carlos Campo, actual Ministro de Justicia quien apostaba por la “mediación en asuntos menores” y por “dejar a la justicia los casos verdaderamente importantes” hace tan sólo unos años; mediación que ha brillado por su ausencia en este caso. También recuerdan cómo políticos actualmente en el gobierno como Alberto Garzón, Ione Belarra o Irene Montero twitteaban y grababan vídeos en 2017 donde apoyaban el centro social cuando la decisión de desalojarlo era del Gobierno del Ayuntamiento de Madrid.
“Imaginaros cómo cambiaría la cosa si por cada casa de apuestas que hay ahora inaugurásemos un centro social” decía Irene Montero en un vídeo de esta época. Pero lo que ha demostrado su partido en el ejecutivo es que no pretende ni cerrar casas de apuestas ni facilitarle la vida a los centros sociales, más bien todo lo contrario, en los pocos meses de gobierno que llevan han mostrado que su intención es seguir siendo una herramienta al servicio del capital, participando de un gobierno que lleva políticas totalmente propias de la derecha, como desalojar un edificio recuperado, sin diálogo previo.
#ImaginaNoTenerIngobernable es el hashtag con el que la organización lleva días agitando en redes, desde que empezaron a sospechar que el gobierno podría utilizar el estado de alarma y el edificio vacío para recuperarlo. Para muchxs, imaginarnos sin centros sociales es imaginar una política mucho más gris, complicada y triste. Los centros sociales llevan décadas sirviendo de herramientas de autoorganización, amparando movimientos como Fridays For Future o el 8M y cientos de actividades, charlas y asambleas.
El Ministro de Justicia, organismo del que dependía anteriormente el edificio, desaloja ahora porque se ha visto en una posición ventajosa que no tendría en ningún otro momento, ya que durante los pocos días que transcurrieron entre la inauguración del centro social y el decreto de estado de alarma, el edificio ha rebosado de vida, sirviendo de centro de apoyo para el movimiento feminista y organizando asambleas para volver a llenar de ocio desmercantilizado y actividades políticas independientes el corazón de Madrid.
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