En las últimas semanas, con el avance de la pandemia, los centros de detención migrante, se han vuelto focos rojos de infección. Esto es a causa de que los flujos de migrantes están parcialmente detenidos, mientras continúan las detenciones de nuevos migrantes.
Esto genera que migrantes permanezcan en la ICE, más tiempo del esperado -pues se estima que son centros en los que las personas no permanecen más de 72 horas-, y un hacinamiento por nuevas detenciones. A demás no hay ningún tipo de medida sanitaria, y ya se han presentado contagios en los centros.
Esta terrible situación, llevó a migrantes en el centro de detención Otay Mesa en San Diego, California a realizar una huelga de hambre exigiendo condiciones dignas.
Este centro de detención, es el que más ha presentado casos por Covid-19. Ante la falta de medidas sanitarias, hicieron mascarillas con tela de las playeras que les proporcionan en el ICE.
De forma brutal, los guardias y la policía respondieron a la protesta con gas pimienta y golpes. Algo que ha sido negado rotundamente por las autoridades del centro de detención, sin embargo, imágenes muestran lo contrario.
Es indignante ver cómo actúan ante una crisis como la actual. Las protestas de los migrantes son por defender sus vida, mientras a la policía fronteriza solo le interesa cumplir el mandato de Trump que endurece la persecución a los migrantes.
Es indispensable que trabajadoras y trabajadores a ambos lados de la frontera, exijan un trato digno a los migrantes, garantizar el servicio de salud, y detener la persecución a los migrantes. | 
