Grupo Salinas es un conjunto de empresas mexicanas pertenecientes a Ricardo Salinas Pliego, cuyo ingresos anuales superan los 5 mil millones de dólares. Sus principales actividades económicas versan en torno los servicios de telecomunicación, medios de comunicación, servicios financieros y comerciales.
En su planta laboral trabajan más de 60 mil trabajadores mexicanos y centroamericanos, así como de aquellos que trabajan indirectamente para Grupo Salinas a través de la figura del outsourcing.
En entrevista para La Izquierda Diario, un trabajador de TV Azteca Digital en la unidad Ajusco, que por cuestiones de seguridad pide mantener su nombre en el anonimato por miedo a posibles represalias, declaró:
“Cada que sale un comunicado importante por parte del gobierno en las conferencias de López-Gatell o en las mañaneras de Andrés Manuel, siempre hay una contestación hacia los trabajadores de parte de Salinas Pliego y del director de TV Azteca".
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Nos llega por correo y siempre con el discurso “México nos necesita ahora más que nunca y aquí, en grupo Salinas no paramos”. Siempre hay una justificación y nosotros decimos: “Estoy aquí porque pago una renta, tengo que comer, tengo gastos. Para mí da igual que mandes ese comunicado, de hecho me enoja más que me quieras ver la cara de imbécil, ¿qué más hacemos? Tenemos que seguir viniendo.”
El trabajador denuncia a este medio, que muchos de los trabajos que se realizan en las distintas áreas de TV Azteca digital no son esenciales e incluso, ha bajado considerablemente el flujo de actividades de marketing y ventas, por lo que bien se podrían realizar desde casa.
Sin embargo, la línea de la empresa es dura: ”No nos importa si tienes algo que hacer, si hay emergencia sanitaria, no nos importa lo que esté pasando; te pagamos por estar ocho horas aquí sentado y esas ocho horas vas a cumplir.”
Aquí no existe “Susana distancia”.
"Para el personal de TV Azteca unidad Ajusco, el #QuedateEnCasa solo aplica para ciertos conductores de los programas que tienen más audiencia, como Pedro Sola y Pati Chapoy. A mediados de marzo el conductor del programa “Venga la Alegría”, Patricio Borghetti fue diagnosticado positivo al COVID-19, noticia fue ampliamente difundida en las noticias de espectáculos. Sin embargo, poco se habló de los trabajadores y trabajadoras que estuvieron en contacto con él".
Borghetti fue diagnosticado con COVID-19, por lo que a todo el elenco de Venga la Alegría lo mandaron a grabar desde sus casas. Sin embargo los camarógrafos, maquillistas y todo el equipo de producción del programa, siguen laborando. Un conductor tiene contacto con camarógrafos, personal de vestuario, maquillaje, producción, eso tomando en cuenta sólo la grabación de contenido para televisión tradicional, pero es lo mismo para grabar contenido que se transmite en digital en todas las redes sociales del sitio.
"Son muchas personas las que estuvieron en contacto con él, puede que alrededor de 100".
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En lo que respecta a las medidas de seguridad de higiene para las y los trabajadores de TV Azteca Ajusco, el trabajador comenta su preocupación, pues la empresa minimiza las consecuencias que puede tener la pandemia:
“En mi piso somos cerca de 140 personas, y son cinco pisos por torre , además de otras áreas de restaurantes y comedores. Aquí no existe “Susana distancia”, no hay ni siquiera sensores de temperatura, ni personal para realizar la medición de la temperatura, no se nos da ni mascarillas ni guantes, solo se nos provee de gel antibacterial. Al que se le ha demandado una gran carga laboral es el personal de limpieza, que se caracteriza por ser una empresa privada de outsourcing la cual esta conformada en su gran mayoría de personal de la tercera edad, se les exige una constante limpieza en las distintas áreas.”
Una vez más queda demostrada la indolencia empresarial, pues a ellos poco o nada les importa la vida y salud de sus trabajadores, según señala el trabajador de TV Azteca unidad Ajusco:
“Todos los empresarios son iguales siempre buscan su beneficio y seguir ganando ganando, pero esta situación con Grupo Salinas sí creo que es extrema: obligarnos a seguir laborando si no queremos morir de hambre. Al final son empresarios, buscan cómo perder menos y los trabajadores no somos más números para ellos. Así estamos la mayoría de los trabajadores y de las empresas, pero son situaciones que son muy complicadas de cambiar. Yo estoy en la incertidumbre y así estamos todos, de quién podría tener la enfermedad, si incluso uno mismo la podría tener, pues lo único que te dicen es, si presentas síntomas, pues chécate.”
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Ante el inicio de la fase 3 en la contingencia por el COVID-19, la indolencia de los empresarios y la vulnerabilidad para millones de trabajadores, es urgente el decreto de una ley que impida los despidos y obligue a los patrones a paralizar los sectores no esenciales de la economía, con licencias pagadas al 100 % para las y los trabajadores. A empresas como las de Grupo Salinas, hay que imponerles el pago de impuestos progresivos para que con grandes fortunas se invierta en insumos, medicamentos y equipos de protección para el sector en salud, cuyas actividades son realmente esenciales.
¡Qué esta crisis no la paguemos una vez más los trabajadores, sino los parásitos capitalistas! |