Hoy se cumple un mes desde que el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, decretó que todo aquel residente de la provincia que arribara a ella desde el exterior, o incluso desde otra provincia, debía cumplir la cuarentena en hoteles, pero tal gasto no estaría a cargo del Estado.

Ya transcurrieron 30 días desde que el 23 de marzo, Sergio Uñac, máxima autoridad de San Juan, decretara la estadía en hoteles para pasar la cuarentena a aquellas personas que provengan del exterior de la provincia o del país, y tengan residencia en ella. Tales gastos de hospedaje deben ser afrontados por sus huéspedes, así como también la comida, oscilando costos de entre los $1.800 y $3.000 la noche en hoteles designados por el gobierno provincial. Un costo muy alto considerando que el aislamiento es obligatorio por 14 días.

Para las personas que se encontraban de paso en otras provincias, ya sea por ocio, estudio o trabajo, como es el caso de muchos trabajadores golondrina que han recibido un trato brutal incluso en los lugares donde desarrollan sus tareas, este costo resulta imposible de afrontar. Muchos de ellos tienen que quedarse lejos de sus casas y desprovistos de condiciones mínimas para afrontar la pandemia, solos y sin amparo frente a una irracionalidad impuesta por un gobernador que parece ir en sintonía con las palabras emitidas hoy por el ex ministro de Hacienda, Hernán Locunza, quien declaró que “la pandemia puede ser una oportunidad”. Pareciera que la oportunidad, en este caso, es excelente para los dueños de cadenas hoteleras.

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El mandatario provincial dijo que "la medida se inscribe dentro del esfuerzo que estamos haciendo todos para evitar miles de contagios". Resulta imprescindible que ese esfuerzo sea afrontado por las empresas hoteleras que mueven miles de pesos año a año y no que recaiga sobre el pueblo trabajador ya golpeado por la crisis en curso.