A instancias de la actual diputada provincial la legislatura votó una comunicación que expresa que esa Cámara "vería con agrado" que el gobernador les otorgue obra social y un ingreso de emergencia a estos trabajadores. Lamentablemente es sólo un pronunciamiento y no un proyecto de ley, por lo que no obliga al poder ejecutivo a concretarlo
Este jueves fue votada en sesión extraordinaria la renovación de autoridades de la Cámara de Diputados santafesina. En segundo plano estuvo el tratamiento de 478 iniciativas presentadas por los legisladores y legisladoras, ninguna que apunte a modificar la situación en la que se encuentran miles de trabajadoras y trabajadores precarios, que hoy se encuentran sin poder trabajar o que sufrieron despidos, suspensiones y rebajas salariales.
Entre las iniciativas tratadas se encuentran tres proyectos de comunicación de Claudia Balagué. Los textos presentados por quien fuera ministra de Educación provincial durante ocho años indican que la legislatura "vería con agrado que el Poder Ejecutivo" otorgue la cobertura de la obra social estatal a los docentes y auxiliares reemplazantes, así como también que les pagara el proporcional de las vacaciones y un ingreso de emergencia, y que gestionara para ellos beneficios sociales que otorga Anses.
De concretarse sería un importante avance de los y las trabajadoras de la educación, que en las últimas semanas se organizaron y se movilizaron junto a Amsafe Rosario por estos reclamos. Sin embargo -y esto lo sabe muy bien la diputada- estos proyectos no tienen fuerza de ley, no son vinculantes y por tanto no obligan al gobierno de Omar Perotti a llevarlos adelante. Este tipo de proyectos y pronunciamientos presentados en la legislatura y anunciados en las redes sociales de Balagué de manera pomposa son sólo fuegos de artificio para posar de progresista.
Pero además es de un cinismo muy grande de parte de la exministra. La situación de precarización laboral docente viene de larga data: quienes son reemplazantes cobran su trabajo a 60 días, no cuentan con obra social durante los lapsos que no están cubriendo vacantes, y tampoco cuentan con ingresos durante los meses de febrero, marzo y abril. Esta situación se agravó desde la llegada de la pandemia al país y el comienzo de la cuarentena, pero el reclamo de los docentes reemplazantes no es nuevo. Ellos son una mano de obra siempre disponible para el estado, y a la que se le paga tarde y mal. Durante la gestión de Balagué al frente de la cartera de educación provincial, de 2012 a 2019, esta situación se mantuvo y se profundizó. Esta es la herencia que hoy recibe y aprovecha el actual gobernador Omar Perotti para suspender licencias y reemplazos, y dejar sin trabajo ni salario a miles de docentes precarios.
Lejos de confiar en comunicaciones y pronunciamientos que no llegan a nada, la única alternativa realista para que los docentes y auxiliares reemplazantes puedan contar con un salario y la cobertura de la obra social, es la organización de los propios trabajadores y trabajadoras, y la movilización, como vienen llevando adelante un grupo de docentes que están visibilzando este reclamo.
