La empresa Atento Argentina anunció a sus trabajadores y trabajadoras, la semana pasada, que por la circunstancia excepcional de la pandemia el pago de sus haberes de marzo se postergá y será en cuotas. A fines de este mes sólo aquellos asesores que hayan estado cumpliendo tareas de teletrabajo recibirán como “premio”, según la patronal, el 30% de su salario y el 70% restante se abonará en mayo.
Tras una publicación de la empresa en las redes sociales, trabajadores de los calls de Atento de todo el país expresaron en forma de comentarios incertidumbre sobre la situación de quienes no han podido trabajar desde sus casas. No se sabe si cobrarán sus haberes ni la forma.
Hay miles de asesores y asesoras en todo el país que no están trabajando desde sus casas en este momento porque se encuentran con alguna licencia o, principalmente, porque en sus casas no cuentan con los implementos necesarios para continuar trabajando desde allí no tienen certezas sobre su devenir. La falta de computadoras propias y conexión a internet con la capacidad apropiada para realizar sus tareas, requisitos que no son necesarios para trabajar en Atento, ahora se vuelven excluyentes para cobrar siquiera un 30%, cuando debería ser la empresa la que garantice todo.
Un brutal ataque de una patronal como Atento Argentina, que es parte del grupo Atento S.A. (NYSE:ATTO), "la empresa líder de servicios de relación con clientes y externalización de procesos de negocios ( CRM/BPO) en Latinoamerica y uno de los 5 mayores proveedores a nivel mundial” según su propia página web. Una empresa que cotiza en bolsa y que se asienta en 13 paises y que cuenta con más de 150.000 trabajadores en todo el mundo. También, según datos de su propia página, en 2018 la empresa ha facturado $1.818 millones de dólares. Una cantidad nada despreciable.
En el marco de la crisis abierta por el coronavirus hay sectores que no han perdido sino que han incrementado sus ganancias. Y un sector es, sin dudas, el de las telecomunicaciones, que en todo el mundo y en Argentina han continuado trabajando y facturando, convirtiéndose en un sector esencial, en momentos donde la comunicación a distancia se hace necesaria.
Mientras esta empresa, como tantas otras, levantan sus ganancias en pala, pretenden que sean sus trabajadores quienes paguen la crisis. Las condiciones de precarización y explotación en los call centers, padecidas principalmente por jóvenes trabajadores, ya eran conocidas antes de que se desate esta pandemia. Como asi también los reclamos de sus trabajadores y trabajadoras.
En tiempos en que la patronal pretende ajustar aún más a sus trabajadores, se pone en el centro la necesidad de organización. Para evitar un nuevo ataque, y que esta vez la crisis la paguen los capitalistas. |