Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el país que realiza más pruebas por cada mil habitantes es Islandia con 134.9 y el promedio de los países que integran la OCDE es de 22.9 pruebas.
Sin embargo, México apenas aplica 0.4 pruebas realizadas por cada mil habitantes.
Desde mediados de marzo, Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud, insistió sobre la necesidad de las pruebas masivas: “la manera más efectiva de prevenir infecciones y salvar vidas es romper la cadena de transmisión. Y para hacerlo, hay que realizar pruebas y cuarentena”, en aquel llamado agregó: “una vez más nuestro mensaje es: pruebas, pruebas, pruebas”.
Es cierto que el gobierno federal ha tomado seriamente otro tipo de recomendaciones como el confinamiento o distanciamiento social, incluso declarando fases previo a su punto más alto. Sin embargo el propio confinamiento se ha visto vulnerado por la avaricia de los grandes empresarios que se niegan a cerrar sus tiendas y fábricas pese a no ser esenciales.
Sin embargo, el gran faltante sigue siendo las pruebas masivas para ubicar más concretamente los brotes y saber realmente el número de contagios, pero el gobierno federal ha optado por el modelo centinela que asegura que por cada caso conocido hay alrededor de 8.2 casos más.
Es decir, México enfrenta la pandemia a ciegas, lo que no necesariamente implica que las autoridades no estén tomando medidas, pero si refleja la necesidad de exigir test masivos para toda la población que tenga síntomas. La experiencia de países como Corea del Sur demuestra que para aplanar a curva es necesario combinar la cuarentena con pruebas masivas.
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En una entrevista a la matemática y doctora en Filosofía, Atocha Aliseda, explicaba que los modelos matemáticos no son suficientes para dar certidumbre sobre la magnitud de la pandemia, incluso la BBC decía que la única manera de saber cuántos contagios hubo durante un tiempo determinado sería contando los muertos en cada país. Aliseda recordaba las palabras del primer ministro holandés que decía que en medio de la pandemia se estaban tomando el cien por ciento de las decisiones con el cinco por ciento de la información.
El combate a la pandemia no es solo un tema de salud, estadística y confinamiento, sino también de decisiones políticas. Tanto el gobierno de Donald Trump como el gobierno de Jair Bolsonaro son el claro ejemplo de que negar la gravedad de la situación y no hacer test masivos tienen graves consecuencias. Por eso es fundamental combinar la cuarentena en sectores no esenciales con pruebas masivas en todo el país. |