"Yo siento que ese punto de encuentro de todo lo que es el peronismo, el oficialismo, más sectores que no quieren desandar una recuperación que se ha dado en muchos aspectos, yo los represento". Con estas palabras Daniel Scioli encendió la polémica. El precandidato presidencial kirchnerista y gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, salió rápidamente al cruce del bonaerense.
Urribarri, quien fue uno de los gobernadores presentes en el acto de La Campora en la cancha de Argentinos Juniors, respondió "Confunde cuestiones esenciales: peronismo, oficialismo y kirchnerismo somos una misma cosa".
De esta forma el entrerriano ataca al bonaerense cuestionando su representatividad como pretendiente a sucesor presidencial “ningún dirigente puede arrogarse ser el punto de encuentro de un proceso tan complejo como el kirchnerismo”. El hombre que gobierna una provincia puntal de los dueños de la soja y las transnacionales como Cargill y Monsanto y que aplaudió a Máximo Kirchner luego de que el gobierno aprobara una ley de pago de la deuda externa ilegal e ilegitima, dijo sin sonrojarse siquiera que gracias al kirchnerismo se logró “avanzar sobre las grandes corporaciones y los economistas que responden a intereses foráneos”.
Las declaraciones de Scioli buscan atraer a aquellos descontentos del aparato justicialista bonaerense sin terminar de desmarcarse del oficialismo, para poder cosechar por derecha lo que Massa no termina de atraer hacia el Frente Renovador, salir al cruce del crecimiento del macrismo y a la vez ofrecerse como garantía de una final de ciclo ordenado. Scioli se postula como el baluarte de un poskirchnerismo moderado dispuesto a mantener aristas del “modelo”. |
