El lunes pasado, las cámaras empresariales comenzaron tres días de actividades enmarcadas en el evento denominado Conferencia Nacional para la Recuperación Económica.Su objetivo es constituir un bloque de presión para imponer sus intereses sobre cualquier mediación estatal. Ayer fue el turno de la Concamin.
Este evento consta de 11 mesas virtuales en donde participa la cúpula empresarial del país.
En las mesas de trabajo de ayer martes, fue el turno de Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Su participación giró en torno a la reapertura del sector manufacturero del país, y es que tras las decisiones de reapertura en EEUU, la oligarquía mexicana presiona para la apertura "inmediata" y su "homologación" con la demanda del mercado estadounidense.
En su delirio, Francisco Cervantes, exigió que se reconozca a México como "un importante eslabón en las cadenas globales de valor" [por su fuerza de trabajo superexplotada, j. l.], pues “somos la onceava economía más grande del mundo [con noventa millones de pobres, j. l.], la cuarta más importante productora de autos [que la gran mayoría de trabajadores no pueden adquirir en el país, por lo que se van al exterior, j. l.], la quinceava economía más exportadora [sustentada por los salarios de hambre y empleos precarios, j. l.] y el principal socio comercial de Estados Unidos” [un Estado vasallo, j. l.].
Enardecido para que se "reabra la economía" (¡en medio de la pandemia!), señaló: "somos una potencia emergente y podemos ser una de las diez mayores economías en unas décadas".
Para no frenar la explotación y la generación de jugosas ganancias, la burguesía nacional siempre recurre a las falsas promesas de ese primer "primer mundo" con el que ellas mismas se relacionan como “socios” subordinados. | 
