Los trabajadores de la salud pública están reclamando desde el comienzo de esta pandemia la falta de insumos y elementos de protección personal. El hospital Álvarez, ubicado en el barrio porteño de Flores, no es la excepción y fueron denunciando las condiciones en las que trabajan y la falta de recursos. Este martes nuevamente los trabajadores nos brindaron los testimonios relatándonos la situación actual. Se mantiene el anonimato por protección de los trabajadores.
Ante la consulta sobre la capacidad de los hospitales para hacerle frente a la pandemia, J nos comenta: “Algunos sí están preparados y otros no, faltan recursos básicos como barbijos. Por ejemplo, en mi sector nos los dividimos pero no duran mucho, 4 horas, y nos piden que no los gastemos”. Respecto de sus elementos de protección, agrega: “Cuando me tocó trasladar a 2 pacientes con COVID me dieron el equipo, y si no me lo dan directamente no lo hago. Con mis compañeros dijimos que si no nos quieren dar algo no lo hacemos por seguridad de nosotros. Somos los que estamos siempre con los pacientes”.
Otra trabajadora, M, opina al respecto: “Falta pero ahora no están preparados los hospitales para la pandemia. Falta organización. Esto tenía que estar controlado desde temprano, lo que hicieron ahora de controlar en la entrada del hospital la temperatura. Insumos tenemos pero se están cuidando mucho porque esto está para rato”.
G, por su parte, planteó que: “Como están hoy los hospitales y como está la pandemia hoy sí creo que están preparados. A medida que avance, estoy seguro que no. Para mí va a ser jodida la pandemia acá, al nivel de los peores países europeos porque no podemos escapar de los problemas del subdesarrollo. Creo que se está poniendo plata para equipar los hospitales pero no creo que alcance”.
Respecto de sus condiciones de trabajo, una de las residentes nos mencionaba que algunos de ellos atienden en salas muy hacinadas y que hay mucho malestar al respecto.
Además, les preguntamos qué opiniones tenían sobre los dichos de Ginés González García, en los que responsabilizaba al personal de salud por la alta tasa de contagios que registran por COVID-19. M nos decía: “En realidad no vinieron los insumos adecuados en el momento que tenían que venir. Tenía que venir el set completo y no vino, sólo vinieron las máscaras, después fueron dando todo separado. Habían dicho que iban a dar todo completo pero no lo hicieron. Acá ya hay contagios, una compañera de la guardia está internada porque le dio positivo”. G, a su vez, opinaba: “No creo que sea así, me parece que acá se vienen tomando los recaudos necesarios con la información con la que contamos”. J también nos remarcaba que toman todos los recaudos indicados.
Finalmente, al ser consultada sobre la necesidad de acciones por parte de los sindicatos, M señalaba: “Sí, es necesario. Por lo menos yo no me tomé vacaciones, no podemos tomarnos franco. Uno está cansado, se estresa y nos podemos llegar a enfermar o contagiarse y bueno, no nos podemos tomar nada. Te vas cansando de acá y tengo que volver al otro día otra vez”.
En el día de ayer, a pesar del clima trabajadores de decenas de hospitales porteños se manifestaron por estas condiciones de falta de insumos y de protección sanitaria. También fue a pesar de que la acción haya sido anunciada por la conducción de ATE sin asambleas en los lugares de trabajo y sin paro, lo que limita la posibilidad de salir de los sectores colapsados para poder participar. Una crisis sanitaria que explota frente a la desfinanciación sistemática por décadas de los sistemas de salud y de la cual Larreta, Fernández y Ginés González García son responsables. Pero la jornada de ayer demostró que la bronca puede transformarse en organización y que hay fuerzas para enfrentar la crisis. Por eso, es urgente que se llamen a acciones concretas y a asambleas para decidir democráticamente las medidas para dar respuesta a los reclamos de los trabajadores y la crisis sanitaria. Así también se vienen organizando en comisiones de seguridad e higiene en el hospital Rivadavia y Garrahan.
Los recursos están, la enorme cantidad de plata que se viene destinando a la deuda debe ser utilizada para equipar los hospitales y a sus trabajadores, que vienen siendo sistemáticamente desfinanciados desde hace décadas. Las empresas de salud privadas tampoco pueden seguir lucrando con la salud, sus recursos deben ser centralizados en el Estado para atender todas las necesidades de la población. La vida de los trabajadores de la salud y de los pacientes valen mucho más que sus ganancias. |
