El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, le pidió la renuncia al titular de la ANSES, Alejandro Vanoli. Según plantearon fuentes oficiales a la agencia Télam, la decisión se debe a la necesidad "imperiosa" de contar con una conducción del Anses "más dinámica y cercana a las necesidades de la gente".
Esto último bien podría entenderse por lo ocurrido el 3 de abril, en medio de la cuarentena, cuando se registraron largas filas de jubilados y beneficiarios de seguros sociales frente a bancos de todo el país para cobrar sus haberes. Eso generó el malestar y repudio por el trato inadmisible a quiénes pretendían cobrar sus haberes.
Esas largas filas que comenzaron durante la madrugada de aquel día, donde no se podía respetar las recomendaciones de distanciamiento social, llevó a una crisis dentro del gabinete.
En aquella ocasión, ante los cuestionamientos, Vanoli había cuestionado a quienes sufrieron a la intemperie. Lejos de alguna autocrítica, el funcionario había afirmado “hay muchos que acostumbran a agolparse y hacer cola en el banco”. En ese entonces lo llovieron críticas desde todos los sectores.
Sin embargo, la salida de Vanoli no parece que vaya a alterar la política que lleva adelante el Gobierno nacional en relación al organismo que debe velar por a seguridad social y por millones de jubilados y pensionados.
Desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández, el Anses se ha convertido en una de las variables de ajuste en la economía nacional. Desde que se inició la cuarentena por el coronavirus esa institución ha venido sufriendo pérdidas en su recaudación como resultado de la política de salvataje a los empresarios.
Las actuales y las futuras jubilaciones pierden mientas las ganancias empresarias no se tocan. La crisis está lejos de descargarse sobre todos por igual.
Cómo expresó en la noche de este miércoles Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda, Vanoli se va pero los fondos del Anses continuarán subsidiando a las empresas.
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