Cuando el pasado martes se detectó un posible caso de coronavirus en el segundo piso de la fábrica Mondelez en Pacheco y se retiró un compañero con fiebre, que fue internado y aislado en una clínica, los trabajadores de blanco, los efectivos, al otro día exigieron que se cumpla con el protocolo del Ministerio de Salud y se deje ir a su casa para aislarse a los trabajadores que habían tenido contacto con el compañero.
Los trabajadores de limpieza exigen lo mismo, solo que a ellos no los defendió la Comisión Interna ni el Sindicato, se defendieron solos, pero sabían que contaban con el apoyo de los trabajadores de blanco y así lograron, luego de casi seis horas que la empresa les permita retirarse a sus casas. Pero quedaban los trabajadores de limpieza que están a prueba, a los que los usan por tres meses y luego les dan de baja.
No había quedado nadie que trabajara en el sector, pero había que desinfectar la zona, por lo que al otro día la empresa mandó hacer ese trabajo a tres trabajadores de la empresa de limpieza Sertec que, justamente, estaban “ a prueba”.
Uno de ellos era Víctor, él sabía que corría peligro pero no quería perder el trabajo. Estaba feliz porque veía que él y su familia empezaban a estar un poco mejor: “Me mandaron al segundo piso, sin advertirme que era el sector donde habían retirado al trabajador con sospechas de coronavirus, me entere por otras personas y con tal de no quedar afuera de la fábrica me fui a laburar igual. Me mandaron y no tenía guantes, no tenía nada, le tuve que reclamar si tenían guantes o barbijos para protegerme, estaba con la ropa que uso siempre para trabajar, tuve que usar el mismo barbijo que tenía hace dos días porque no me quisieron dar uno nuevo. Y cuando volví a casa, a las horas, me mandaron un mensaje de whatsapp diciendo que me habían dado de baja. Trabaje a full, no falte nunca porque necesitaba el trabajo porque alquilo, vivo con mi señora y tengo dos hijos que mantener”.
Otro de los trabajadores es Gustavo, quien tampoco sabía que era el sector donde habían retirado a alguien con síntomas de COVID-19. “A mí me mando el coordinador, creo que como era nuevo y nunca dije que no a nada, me mando. Cuando me enteré por otras personas, sentí mucho miedo y descuido de la empresa hacia mí. Y pensaba en mi abuela que ella es más propensa a contagiarse”. El también dio se puso en riesgo por cumplir “Yo hacía hasta tres trabajos por día. Nos mandaban a todos lados, se aprovechaban. Pensaban que nunca trabaje en una fábrica y que no sabía mis derechos. Ahora no sé qué hacer, mi señora esta por tener familia y tengo un nene de tres años y alquilo. Se me vino el mundo encima”.
Se sintieron usados. Y fue lo que hizo Mondelez, usarlos y después de hacerlos limpiar el sector, en vez de darles licencia por el riesgo que corrieron, tomo la decisión de despedirlos, tal vez por las dudas a que se contagien si es que el resultado del compañero sospechoso de coronavirus que había sido retirado daba positivo y ya, fuera de la fábrica, no sería problema de ellos.
Con estos despidos Sertec y Mondelez no solo violaron los más elementales derechos humanos de los compañeros y los protocolos del Ministerio de Salud, sino también el Decreto que prohíbe los despidos.
En esta pandémia los trabajadores de limpieza son los que también están en la primera línea en las fábricas y los hospitales, son los que deben combatir al virus desinfectado cada zona donde se deposite y la mayoría se encuentra tercerizado, contratado, precarizado con contratos basura que siguen vigentes desde los años noventa. En su Planta de Pacheco, una de las de mayor concentración de trabajadores durante la pandémia, Mondelez ni siquiera les da los elementos de protección necesarios, sino además los discrimina, y tampoco respeta las licencias a las madres y padres con hijos en edad escolar, haciéndolos venir a trabajar rotando cada tres días. |