La pandemia por el Covid 19 se expande en el país centroamericano y con ello también el descontento social generado por el desempleo exponencial y la crisis alimentaria, sin embargo, las protestas y el señalamiento contra el gobierno del presidente Laurentino Cortizo venían expresándose desde finales del 2019 luego del intento de la aprobación de las reformas constitucionales.
El cuestionamiento del pueblo panameño se reflejó desde entonces con sectores juveniles y de trabajadores en las calles ante el contenido del debate constitucional bajo un régimen que ha garantizado su estabilidad bajo un sistema de corrupción y de profunda desigualdad social.
En este escenario golpea ahora la pandemia por el Covid 19 a Panamá, un país donde la mayoría del empleo es informal y donde según las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), hasta el 15 de abril 48,498 personas mantuvieron en pausa su relación laboral, es decir, que no están generando ingresos. La provincia más afectada es Panamá con 28,829 contratos suspendidos. Le sigue Chiriquí con 5,567 y Panamá Oeste con 3,304.
El 85% de los contratos suspendidos se ha registrado en el sector terciario o de servicios, tales como el comercio, hoteles, restaurantes, industrias, logística, entretenimiento, servicios administrativos y financieros, los cuales generan tres de cada cinco empleos. Los sectores más impactados por la pandemia representan 936,652 empleos, de los cuales el 45% (423,120) son asalariados.
El escenario es peor si se contempla a estas cifras a trabajadores informales (716,113) y los de las Pymes (296,259), que también serán impactados por la crisis del coronavirus, y que representan más de un millón, es decir, la mitad de la fuerza laboral panameña. Aunque si bien el Covid-19 es una amenaza real e inminente para la estabilidad económica, durante los últimos ocho años, tres de cada cuatro nuevos empleos creados fueron informarles; entre 2018 y 2019, el 100% de la expansión de los empleos fue informales. Los pronósticos indican que la tendencia continuará agravada por el coronavirus y que el desempleo alcanzará un 14% para finales de 2020.
Así, las primeras protestas a finales de marzo se registraron en el corregimiento de Curundú, donde los residentes exigieron al Gobierno Nacional ayuda alimenticia.
Como gran parte de los gobiernos de la región del istmo, las medidas contra estos primeros brotes de descontento del presidente Cortizo fue aplicar toque de queda y militarizar los principales puntos del país durante la actual contingencia incluyendo el despliegue de fuerzas de la Policía Nacional para disolver las manifestaciones que, hasta la fecha ha tenido como saldo a por lo menos 100 personas detenidas, entre mujeres, trabajadores y sectores juveniles.
Este jueves, un escuadrón antidustirbios se tomó el denominado ‘Corredor de Los Pobres’ para disolver la manifestación que llevaba a cabo un grupo de personas en reclamo a los bonos y bolsas de comidas del denominado Plan Panamá Solidario.
El Gobierno Nacional ha reiterado que continúa con la distribución de la ayuda social del denominado “Plan Panamá Solidario” que solo contempla 495 mil bolsas de comida y la entrega de 366 mil bonos para todo el país.
Saúl Méndez, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs) y dirigente de la organización popular FRENADESO, detalla las dificultades que atraviesan las y los trabajadores en función de las políticas implementadas por el presidente Laurentino Cortizo en el marco del aislamiento o confinamiento social.
Según detalló en una entrevista, las condiciones de la mayoría de los trabajadores en Panamá es profundamente precaria y se han dado irregularidades durante la suspensión de actividades económicas, afectando gravemente los contratos de trabajo sin goce de sueldo para los trabajadores.
“Eso obviamente ha puesto a los trabajadores y a sus familias en una situación de vulnerabilidad. El problema radica en que si no hay ingresos para la gente, no se puede subsistir. Es una situación muy compleja la que se está viviendo. Desde los gremios estamos exigiendo un bono que cubra la canasta de alimentos y de medicamentos.” Puntualizó Méndez.
Tal como han hecho los gobiernos de Honduras y Guatemala en establecer restricciones de circulación, Panamá aplicó dicha medida estableciendo días específicos para que hombres y mujeres circulen por número de cédulas de identidad en días distintos. En este sentido organizaciones de Derechos Humanos han indicado que hay un problema de derechos, ya que estos decretos son inconstitucionales.
Las protestas de los trabajadores y el pueblo de Panamá que han visto agudizada su situación en medio de la pandemia por el coronavirus son parte de las continuas luchas que se expresan en otros países del continente contra gobiernos que aprovechan el momento para avanzar en sus planes antipopulares. Se trata de que los trabajadores, la juventud y el pueblo pobre de Panamá levanten un programa propio independiente para que la crisis no recaiga sobre sus espaldas. |