El priista Del Mazo señaló que las actividades cotidianas hacen que el riesgo de contagio sea muy alto, ya que 2 millones de personas se trasladan entre la capital del país y los municipios del área metropolitana del Edomex.
Declara en el video que la responsabilidad es compartida con el gobierno de la Ciudad de México y llamó a los concesionarios del transporte público a realizar sistemáticamente procedimientos de sanitización.
Aunque repite las medidas recomendadas por el gobierno federal, se despegó de las indicaciones del subsecretario Hugo López-Gatell al plantear el uso del cubrebocas como una necesidad.
Sin embargo, la falta de los equipos de protección personal en los hospitales también se ha hecho sentir en el Estado de México, como sucedió en el Hospital General de Zona No. 72 del IMSS ubicado en Tlanepantla. Una manifestación de la crisis sanitaria gestada desde hace décadas por el PRI y el PAN cuando estuvieron al frente del gobierno federal, y que reproducen en las administraciones estatales y locales.
Gran parte de la población mexiquense se ve obligada a salir a ganarse el sustento con o sin pandemia, ya que laboran en el sector informal o en sectores, que aún sin ser esenciales, se mantienen en actividad en contra de la norma oficial de suspender actividades. Todos intocables para el gobierno de Del Mazo, aliado de empresarios y trasnacionales.
Como la misma titular de la Secretaría del Trabajo, María Luisa Alcalde informó en una de las conferencias de prensa del gobierno, el Estado de México es una de las entidades donde más se da esta práctica de mantener las actividades a costa de poner en riesgo la salud de las y los trabajadores y sus familias.
Cada empresa que infrinja la norma debe ser expropiada sin pago, y sus trabajadores deben evaluar si se justifica o no mantener la producción, si se puede o no reconvertir para producir insumos útiles para combatir la pandemia, y en esos casos ellos deben definir qué medidas de protección deben tomar.
Sin subsidios que satisfagan las necesidades básicas para las y los trabajadores del sector informal, sin equipo de protección personal adecuado para quienes laboran en servicios esenciales -como salud, transporte, limpia de las vías públicas, recolección de residuos, venta y distribución de alimentos, entre muchos otros-, y sin pruebas masivas para todas las personas que se mantienen en actividades esenciales y para quienes presenten a alguno de los síntomas, las medidas oficiales son completamente estériles.
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