Fue este jueves por la noche. Llegó después de varios días de un bombardeo mediático que falsificó una “masiva liberación de presos”. Alentado por la oposición derechista y los grandes medios, la campaña empuja objetivamente a un mayor punitivismo.
Durante los últimos días, una feroz campaña derechista de políticos de la oposición pero también del oficialismo, junto con los grandes medios de comunicación, creó un sentido común de que las calles se van a “llenar de delincuentes”. El periodista Eduardo Feinman (América) llegó a hablar sin mucho fundamento de “una ola sacapresos”.
Esto se alimentó además de un constante uso de fake news por parte de los grandes medios, que mostraron ejemplos particulares como si se tratara de una ola masiva de liberación de presos. Algo que realmente no está ocurriendo.
Es entre las grandes ciudades donde se hizo sentir el cacerolazo. En la capital del país el hecho se destacó en barrios como Palermo, Recoleta, Belgrano, Almagro, Barracas o Villa del Parque. También fue notorio en Rosario, Córdoba, San Miguel de Tucumán, Mar del Plata o Mendoza.
La campaña apunta a un mayor endurecimiento de las brutales condiciones en las que ya se encuentran quienes están detenidos. Pero también busca legitimar al aparato represivo estatal para actuar ante eventuales protestas por el ajuste en curso. Un aparato represivo que ya es usado contra quienes salen a reclamar por sus derechos, como ocurrió en el caso de los trabajadores de Penta por ejemplo.
Desde La Izquierda Diario venimos dando cuenta de las condiciones deplorables y de hacinamiento de miles de presos, entre ellos una abrumadora mayoría juvenil. El 57% de los presos y presas alojados en las cárceles federales de todo el país no tiene sentencia firme. Y la enorme mayoría (10451 personas de las 13358 alojadas en esos penales) se encuentra encerrada por delitos menores como robos, tentativas de robo, hurtos y tentativas e infracción a la ley de drogas (narcomenudeo).
Esta furibunda campaña se da en el marco del reclamo que vienen realizando miles de presos en todo el país y que le ha costado la vida a 5 personas. Los pedidos que unifican a todos los reclusos son mejoras en las condiciones carcelarias, contra el hacinamiento, la falta de atención médica y tratamientos, mejor y mayor alimentación y provisión de elementos básicos de higiene, para enfrentar la pandemia del coronavirus.
