Entramos en una nueva fase de ataques del gobierno y los empresarios. El plan de “retorno seguro” afinado en La Moneda este viernes 24, es un ataque de conjunto, no diferencia rubro o rama productiva, es una cruzada empresarial para salir victoriosos de esta crisis, parados sobre nuestros hombros. Comenzaron robándonos los ahorros, luego una ola de despidos y suspensiones masivas, lo que sin duda asusta y disciplina al sector que mantiene su puesto laboral. Ahora buscan obligar a trabajar a todos los sectores no esenciales de la economía, con salarios de hambre y sin ninguna garantía de no enfermar o morir. Esto en comunas obreras como Puente Alto puede llevar al aumento de casos de contagio, lo que haría colapsar aún más la precaria red asistencial.
Debemos ser claros, en los establecimientos de salud existen insumos médicos, pero se encuentran acaparados por las directivas de los hospitales y centros de salud bajo la “lógica de racionalización”, donde se les entrega sólo 2 mascarillas para un turno de 12 hrs, a pesar de que estas tienen una duración máxima de 3 hrs. Estos protocolos responden a guardar mascarillas, guantes y batas para el peak de la pandemia en unos meses más. Sin embargo, el problema real es que el gobierno prioriza por salvar a quienes realmente representa; a los grandes empresarios, lo cual en los hechos ha derivado en una mayor precarización de sus condiciones laborales y, por ende, en el contagio de cientos de funcionarios de la salud en todo el país. Turnos completos en algunos casos y ya confirmándose la primera trabajadora de la salud del país fallecida por COVID-19 que no contaba con enfermedades base ni tampoco fumaba.
En respuesta a esta grave situación distintos trabajadores de hospitales de la zona sur como la FENATS base de hospital Barros Luco han levantado una campaña por redes sociales #SueltenLosInsumosYa, que busca exigir y denunciar las precarias condiciones laborales y la total ausencia de las direcciones de los otros gremios de la salud y de la CUT, cuya dirección en manos del PC ha tenido un rol criminal al no oponerse a las políticas del gobierno, confiando en el parlamento, y por esa vía dejando que pasen todos sus ataques.
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Debido a esta situación, donde ha quedado demostrado que este gobierno y en particular Mañalich solo están pensando en cómo mantener en pie a los capitalistas a costa de la vida del pueblo trabajador, tal como se pudo evidenciar con el ocultamiento de las cifras de pacientes asintomáticos por parte del Gobierno. Por lo tanto, creemos que es fundamental que el control de los insumos, los Equipos de Protección Personal (EPP) y el control de los datos de la pandemia, estén en manos de funcionarios y profesionales de la salud, distribuidos y fiscalizados por comités de Trabajadores de la Salud conformados por trabajadores de distintos estamentos y sindicatos.
En este marco nos preguntamos, ¿cómo las y los trabajadores podrían revertir la política de racionalización de insumos del gobierno?, con el objetivo de que distribuyan según las necesidades reales de trabajadores y usuarios de los servicio de salud.
“El Sotero” y la CMPC, los gigantes de Puente Alto
Puente Alto es hasta hoy la comuna de la Región Metropolitana con más índices de contagios COVID-19, la cuarentena parcial aplicada desde hace 2 semanas no bastó para contener los contagios de una de las tres comunas con mayor índices de hacinamiento y vulnerabilidad de la región. El Hospital Sótero del Río es el principal establecimiento de salud con que cuenta esta comuna, además es el hospital público que atiende la mayor cantidad de pacientes en el país, según los últimos reportes estadísticos comunales atiende a más de 430 mil habitantes de la comuna de Puente Alto y es el hospital más importante de la zona sur de la región Metropolitana y sus funcionarios reclaman día a día la sobre exposición en la que se ven obligados a trabajar al no contar con los insumos médicos necesarios.
Por otra parte, la CMPC, holding forestal y papelero este mes adquirió dos máquinas capaces de hacer un millón y medio de mascarillas mensuales. La inversión de esta mega industria internacional para la obtención de estas dos máquinas fue de un millón de dólares, pero esta cantidad no supera ni el 1% de las ganancias que obtuvo esta empresa en la conocida colusión del confort en el año 2015, las que ascienden alrededor de los 458 millones de dólares según el estudio realizado por la Universidad de Chile. Esta es la industria más grande de la comuna y por la mayor cantidad de años que lleva operando, ha construido en torno suyo a poblaciones completas de obreros y obreras que le han dado su vida a la industria y a la identidad de la comuna.
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Es decir, hablamos de 2 instituciones de mucho peso e incidencia en la vida de las y los puente altinos, de ahí también la importancia y necesidad de que frente a esta crisis sanitaria, económica y social, en la que puente alto ha sido una de las comunas más golpeadas, surjan sectores de trabajadores, trabajadoras y usuaries del sistema público, que se la jueguen por llevar adelante iniciativas de autoorganización y coordinación, que busquen darle una real salida a los problemas de abastecimientos y distribución de insumos básicos, somos nosotros quienes conocemos las reales necesidades de nuestra gente, por lo tanto tenemos mucho que decir y hacer al respecto, más aún cuando hemos visto que la política de “racionalización” del gobierno es un verdadero fracaso.
Por lo tanto, es necesario, en vista de que no podemos confiar en la política de este gobierno, que las y los trabajadores tomemos en nuestras manos las soluciones para hacer frente a la precarización laboral y la falta de insumos médicos. No faltan insumos, sobran especuladores y tecnócratas que organizan la distribución y el abastecimiento de insumos intentando abaratar costos aunque eso signifique poner en riesgo la vida del pueblo. Ya hemos visto, en distintas partes del mundo cómo es posible ampliar o reconvertir la producción, lo que no hay se puede fabricar, para eso la reconversión productiva de algunas fábricas, talleres, industrias y universidades es una salida viable para escapar de la fila al matadero en la cual tienen formados a las y los trabajadores de la salud que conforman la primera línea ante la pandemia.
En Puente Alto, urge la coordinación entre los y las trabajadoras del Hospital Sótero del Río y los consultorios de la comuna, con las y los trabajadores de la papelera, como también con las organizaciones territoriales y de usuarios del sistema. Esta coordinación serviría para elaborar un plan de distribución propio de mascarillas y EPP, pensada en las necesidades del personal de salud. Por eso es muy importante que el sindicato de la filial Softys de la cmpc puente alto, en conjunto con todas y todos sus socios discutan democráticamente un plan propio de distribución de las mascarillas que están prontos a producir, anteponiendo su propuesta al plan de la empresa y de esta manera en coordinación directa con comisiones de trabajadores de la salud puedan tener una respuesta propia ante el problema del abastecimiento y la distribución de este vital insumo médico. |